El que fuera dueño de la empresa cerealista Cetragran, de iniciales A.F.P., tendrá que ingresar en prisión en días próximos para cumplir los 3,5 años a los que fue condenado por la Audiencia Provincial en abril de 2017 por un delito continuado de estafa, por importe de 498.044 euros, a agricultores de Castilla y León y otros puntos del país, entre marzo y abril de 2009. Los magistrados han dado un plazo de 15 días al propietario de Cetragran para que elija centro penitenciario e ingrese voluntariamente en el mismo. El plazo comienza a contar desde la notificación de esta resolución judicial.

A.F.P. había sorteado su internamiento en la cárcel, tras la sentencia del Tribunal Supremo (TS) de enero de 2018, con la petición de un indulto al Ministerio de Justicia que le fue denegado meses atrás y, después, con la solicitud de la suspensión de la pena y su sustitución por otra medida. Sin embargo, la Audiencia ha resuelto que, con la legislación en la mano, su petición es imposible de admitir al haber sido condenado a 3,5 años de cárcel por un solo delito. La suspensión y sustitución de la pena de prisión por otra medida solo es posible si la condena es inferior a los dos años o si, siendo condenado por más de un delito a más de 24 meses, ninguno se penaliza por los tribunales con más de esos dos años de cárcel. La Audiencia, pues, procedía a primeros de este mes de mayo a dictar un auto de ejecución de la sentencia, al no cumplirse los requisitos para acordar la suspensión de la pena de cárcel.

El conocido empresario zamorano se aprovechó de los proveedores, concluyó el Supremo en la sentencia que confirmó la de la Audiencia de Zamora. El TS declaraba probado al ratificar el fallo de los magistrados zamoranos que, por parte del condenado, "existió un engaño idóneo" a sus proveedores de cereal, ya que "siguió comprando mercancía, generando nuevas deudas", "ocultando su decidida intención de no cumplir" con el pago de pedidos, con "un ilícito afán de lucro propio", ya que A.F.P. sabía que su cliente de Almería, Eurotaif Siglo XXI, le adeudaba más de 9 millones por el grano suministrado y se le advirtió del "grave riesgo de insolvencia" que corría Cetragran si no cobraba. En noviembre de 2009, una deuda de 16 millones la llevó al concurso de acreedores.