La discordia entre las cofradías se evidenció anteanoche en el transcurso de la asamblea general al abandonarla la Buena Muerte, la Vera Cruz y el Santo Entierro.

La primera en irse fue la Buena Muerte que salió de la sala, tras leer el secretario de la junta de Gobierno el nombre de sus representantes, por discrepancias con el funcionamiento de la Junta pro Semana Santa y la celebración de la asamblea a estas alturas del año. Avanzada la asamblea se fueron la Vera Cruz y el Santo Entierro. Los representantes de ambas salieron del salón de actos del museo cuando Isabel García concluyó su informe y antes de procederse a la votación de las cuentas y del presupuesto porque "dudamos de las justificaciones de las subvenciones nominativas de las que se nutre la Junta pro Semana Santa" explica el presidente de la Vera Cruz, Teo Hernando. Para Rufo Martínez, portavoz del equipo de García, "cada uno ejerce sus derechos como quiere, pero lo que lo que ocurrió es que por unanimidad se ha aprobado la liquidación de las cuentas de 2018 y por mayoría abrumadora, con solo seis votos en contra y ninguna abstención, el presupuesto de 2019. Además, en el Consejo Rector, con la presencia de los representantes de todas las cofradías, la aprobación la liquidación de 2018 también fue unánime".