Un hombre se enfrenta a nueves meses de prisión y el alejamiento de su esposa tras agredirle en el domicilio familiar, según denunció el propio hijo, mayor de edad, a la Policía Nacional, a la que dio aviso el 10 de noviembre de 2018, cuando sorprendió al acusado maltratando a la mujer. El joven estaba durmiendo en su dormitorio cuando se despertó con el ruido provocado por su progenitor cuando maltrataba a su madre, según manifestó a los agentes que acudieron al domicilio familiar. La Fiscalía mantuvo la exigencia de una condena a prisión para el hombre, a pesar de que la presunta víctima negó los hechos durante el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal, lo que apunta a que la sentencia puede ser absolutoria al carecer de la principal prueba: el testimonio de la perjudicada.

El Ministerio Público subrayó que este tipo de agresiones se producen en el ámbito de la intimidad de la pareja, y que la única persona que lo presencia es la víctima, quien niega lo relatado por el hijo, al igual que este, "a pesar de ser quien llama y alerta" al servicio de emergencias 112, quien, llevado "por el miedo, cambia la versión" en el juicio. La fiscal insistió en que "existe un episodio de violencia de género".

El hombre juzgado tiene antecedentes penales y cumplía una condena por otros hechos cuando se produjo la supuesta agresión machista en el domicilio de la familia. La Policía Nacional conoce de sobra al imputado, quien habría protagonizado algún otro acto de violencia de género, a pesar de que la mujer nunca ha testificado contre él ante los jueces.

De hecho, al término de la vista oral, alguno de los agentes que testificaron se dirigieron hacia la mujer para instarla a que denuncie la situación de maltrato que sufre para evitar consecuencias mayores de las que ha sufrido hasta ahora.

Por su parte, la defensa apeló a la falta de pruebas para exigir la absolución de su cliente. El abogado afirmó que el acusado se encontraba en el centro penitenciario de Topas el día en el que se sitúan los hechos denunciados, por lo que sería imposible que hubiera agredido a su esposa.

La inexistencia de un parte de lesiones, unida a la falta de testimonios incriminatorios por parte de la presunta víctima y el hijo de ambos resulta concluyente, abundó el abogado, para que el Juzgado de lo Penal dicte una sentencia absolutoria para su defendido.