Confesando que "nunca he pedido directamente el voto, cada uno que vote a quien quiera". Así se presenta Miguel Ángel Viñas a su periplo por el casco antiguo de la ciudad, donde recogió las propuestas de vecinos, viandantes, comerciantes e incluso de algún turista. La primera propuesta tiene que ver con la bajada de San Martín, concretamente con la acera que ahora pega al derribo que tiene en marcha el Ayuntamiento de Zamora. Un vecino comenta que la acera es muy estrecha y la curva muy cerrada, lo que dificulta el paso de vehículos y peatones a la vez. "Trabajamos para arreglarlo, lo tenemos previsto", apunta Viñas.

El número dos de Izquierda Unida camina ligero por el casco, parándose con cualquiera que quiera comentar las propuestas del grupo político para la zona. Salvo algún improperio: "Tengo ya muchos años para rebelarme", en referencia al lema "Rebélate" en la camiseta del edil, la acogida general es buena.

La primera piedra de toque llega en Semuret. Luis González está entre los vecinos más reivindicativos del barrio. "Habéis hecho un buen trabajo, pero a ver si empezáis ya con el casco antiguo, porque se muere", es el recibimiento. Viñas asiente y asegura que, bajo su punto de vista, la situación es mejor que hace cuatro años. "Lo que hay que hacer es intentar que venga a vivir gente para que los negocios funcionen. No vale de nada abrir negocios de proximidad si no hay vecinos que compren en ellos", apunta el empresario. Viñas reconoce que el plan de casco antiguo es uno de los "déficits" del equipo de Gobierno y apuesta por "modificar la edificabilidad" para que no pase "como en otras ciudades, como Toledo, en las que el casco antiguo se está despoblando". Con todo, el edil considera que "le hemos lavado la cara". "A mí me da mucho coraje lo que está pasando. No hay comercio, el casco antiguo se muere", continúa Luis González.

El casco antiguo es zona de paseo para muchos zamoranos, lo que también permite a Miguel Ángel Viñas encontrarse con vecinos de otras zonas. Una pareja subraya ante el edil la "buena labor" del equipo de Gobierno y celebra el arreglo de la acera de Cardenal Cisneros mientras otra mujer se acuerda de un banco estropeado en la zona de Los Bloques. "¿Pero qué opinas del casco antiguo?". "Creo que está bien, pero no vivo aquí".

Otra comerciante del barrio se muestra también conforme con el trabajo de los últimos años, pero pide más. "Tenemos la zona muy abandonada", añade. "Cada vez hay menos gente viviendo y menos negocios en marcha. Ahora habéis puesto los autobuses por el casco. Creo que es una buena idea pero la gente no viene porque tampoco lo habéis promocionado mucho". En definitiva, poca promoción y "locales vacíos" que evidencian "una gran falta de actividad", algo que "notamos más lo que hemos vivido aquí toda la vida". Crítica: el mercado medieval. "Hace unos años llegaba casi hasta la Catedral y la gente se movía. Ahora se ha quedado en Viriato y la gente no pasa de ahí", asegura la comerciante. Viñas recoge el guante y recuerda los conciertos de verano en la plaza de la Catedral. "Hay gente que se nos queja porque dicen que estaban mejor en Santa Clara, pero así llevamos a la gente al casco antiguo", asegura el de Izquierda Unida.

Las últimas sugerencias llegan de la mano de una pareja de turistas, que aseguran que Zamora "es muy bonita" y subrayan "que está muy limpio", algo que ya apuntaron antes otros vecinos del barrio. Para terminar, Viñas recibió el espaldarazo del que posiblemente es el vecino más conocido del casco: Herminio Ramos, cronista de la ciudad. "A Guarido yo le pongo un diez".