Lorena Hernández es la opción de Podemos para seguir teniendo representación en las Cortes de Castilla y León por Zamora. Bióloga de formación, natural de Aspariegos y residente en el medio rural, parte con el reto de convencer a la ciudadanía de que el cambio que prometió la formación morada aún es posible en la región.

-¿Con qué perspectivas electorales parte Podemos?

-Estamos afrontando la campaña con mucha ilusión, y creemos que podemos mantener los resultados de las Elecciones Autonómicas del 2015 en la provincia de Zamora.

- ¿Les perjudica que no haya confluencia, teniendo en cuenta la fuerza que tiene Izquierda Unida en Zamora?

-En las últimas autonómicas tampoco hubo confluencia y nuestros resultados no fueron tan malos. No creo que la fuerza de Izquierda Unida en el Ayuntamiento nos perjudique a nivel regional.

-¿Qué elemento diferenciador puede aportar Podemos a la izquierda regional?

-Podemos aporta un partido del cambio. Hemos llevado propuestas a las Cortes que están encaminadas a mejorar la vida de las personas. Pensamos que el trabajo que hemos hecho tendrá recompensa.

-¿Pablo Fernández se ha convertido en un candidato fuerte durante sus cuatro años de experiencia en las Cortes?

-Creo que, en los últimos cuatro años, Pablo Fernández ha demostrado que es un buen líder. Ha sacado a la luz temas que llevaban escondidos muchos años y ha ejercido como líder de la oposición. Es un político que tiene en cuenta a todos los sectores de la sociedad.

-Zamora sufre especialmente la despoblación. ¿Todavía se puede hacer algo o ya no tiene solución?

-Es mi batalla personal. Creo que hace falta un pacto a nivel nacional. Tenemos que sentarnos y ver cómo abordamos esto. La actual situación tiene que ver con muchas cosas. Entre otras, la propia percepción que la gente del mundo rural hemos tenido de el entorno. Durante muchos años nos hicieron pensar que había que salir del pueblo para que nos ganáramos la vida, y no es verdad. También ha habido políticas encaminadas a vaciar los pueblos y ahora nos vemos ante este reto. Repoblar es difícil, pero tenemos el deber y la obligación de intentarlo. Necesitamos un tejido productivo y una investigación volcada en los recursos de los pueblos. Creo que es difícil, pero posible. Hay países de Europa que lo han conseguido siendo muy valientes, aplicando medidas distintas y pegando un puñetazo encima de la mesa. Si llevamos 32 años haciendo algo que no funciona, vamos a probar algo diferente.

-¿Puede haber una solución desde la Junta o tiene que ser una acción en cadena con el resto de administraciones?

Tiene que ser una conjunción entre todos los organismos. Empezando por la UE y acabando por los ayuntamientos. Pero es verdad que, por la estructura del Estado, la responsabilidad última es de la autonomía. Hay fondos europeos que ayudan, pero hay que saber gestionarlos bien, aplicarlos donde hace falta y legislar para favorecer el asentamiento de población y del tejido productivo.