Es un desconocido en el mundo de la política, pero atesora una dilatada trayectoria en el ámbito educativo. El candidato de Vox a la Alcaldía de Zamora es licenciado en Medicina, profesor de enseñanza secundaria desde 1987 y director del instituto desde 2004. Ahora, aspira a gobernar el Ayuntamiento de la capital. Lo hace, explica, desde el liberalismo y alejado de cualquier extremismo.

-¿Son ustedes un partido de ultra derecha?

-No. Somos un partido liberal. Cuando oigo hablar de ultra derecha, pienso en los neonazis o similares. Y quiero recordar que el único partido que ha pactado con nazis fue el régimen soviético el 23 de agosto de 1939. Nazis y comunistas. Nosotros estamos en la línea de los partidos liberales.

-También les llaman xenófobos y homófobos. De hecho, en Zamora, encima de su publicidad de Santa Clara han colocado banderas arco iris y republicanas a modo de protesta.

-Lo de las banderas no deja de ser bonito. Nosotros estamos a favor de la convivencia de diversas sensibilidades y de que cualquiera pueda expresar libremente su ideología. ¿La bandera republicana? Pues representa a un régimen pasado con luces y sombras. Y la del orgullo gay, ni nos va ni nos viene. Por eso, nos ofende profundamente que se pueda interpretar que tenemos algo contra las diversas opciones sexuales de las personas y que se diga que tenemos actitudes xenófobas. Solo estamos en contra de que haya organizaciones que dicen representar al colectivo homosexual y de la inmigración ilegal.

-Conocemos poco del proyecto de Vox para Zamora. ¿Qué líneas proponen?

-Las líneas generales son las mismas que en el resto de España. Un primer eje para bajar impuestos; un segundo eje para lograr una gestión municipal, profesional, eficiente y sin enchufes; y un tercer eje para dinamizar la ciudad. Esto último sería justamente lo que no se ha hecho. Trataremos de que el inversor privado tenga alicientes para llegar a Zamora, algo que hoy no tiene por una malísima gestión municipal que hace que cualquier trámite para abrir un negocio sea eterno.

-La agilización de licencias es algo en lo que trabajan todos los partidos. ¿Cuál es su propuesta?

-Vox no propone ningún nombre a esta cuestión porque no sabemos por qué funciona mal. Primero tenemos que estudiar por qué ocurre esto y después ver cómo se puede mejorar.

-Dicta ese documento nacional que Vox acabará con los servicios municipales impropios. ¿Cuáles?

-Las ayudas sociales, por ejemplo. A Guarido se le llena la boca con esto, pero lo único que hace es gestionar el dinero de la Junta. Y lo mismo con la vivienda. En Vox pensamos que no se trata de dar ayudas, sino que el objetivo es conseguir que no haga falta darlas.

-¿Cómo valora la gestión de Izquierda Unida y Partido Socialista?

-Guarido presume de transparencia y ahorro y es curioso, porque ahí cabalga a los lomos de Rajoy. En transparencia, lo único que hace es cumplir una ley que incumbe a todos los ayuntamientos; ley derivada de la corrupción de PP y PSOE. Y respecto a la reducción de gasto, también ha sido a través de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad. Al margen de esto, no ha invertido en nada; y cuando decide invertir, organiza la del Banco de España.

-¿Con quién pactaría Vox en el Ayuntamiento de Zamora

-Con todos aquellos que tengan un programa liberal, que reduzca costes y que no haga la vida al empresario. Esa ideología está en Vox y en sus proximidades, pero no está en Izquierda Unida ni en el PSOE.