La Catedral, como otras seos de toda España, fue históricamente un centro de formación, creación y divulgación de la música, arte que tuvo mucha importancia dentro del engranaje litúrgico de la Iglesia, lo que se reflejaba en un cuidado exquisito. Es lo que se analizó ayer en la jornada de estudios "Música en la Catedral de Zamora", una intensa sesión con nueve ponentes que abordaron el fenómeno desde prácticamente todos los puntos de vista, con la participación, además, tanto de estudiosos locales como de figuras nacionales en sus respectivos campos.

"Desde la Joven Asociación de Musicología de Madrid organizamos diferentes eventos como congresos o jornadas de estudio generalmente en la comunidad de Madrid, pero en esta ocasión hemos salido a Zamora, a este templo tan magnífico que tenemos aquí, la Catedral, para, a través de nueve ponencias desde el mundo de la musicología, de la historia, de la historia del arte o de la liturgia, acercarnos a su realidad musical", señalaba el organizador, Vicente Urones Sánchez.

No es que Zamora tenga una importancia singular, pero en el templo mayor se cultivó la enseñanza musical, la composición y la escenificación en la liturgia, "algo que hemos perdido bastante". En la Edad Media se cantaba el canto gregoriano y la polifonía, "en todas va a haber la gran polifonía clásica del XVI y el XVII, luego la barroca, formada por los ministriles y los cantores de turno o el órgano. Para componer la jornada, nada mejor que recurrir a los especialistas "en diferentes aspectos que podían tener consonancia con el tema de la jornada, música en la Catedral de Zamora", indica Urones.

Y así se compuso el cuadro de ponencias. El canónigo de la Catedral de Zamora, Narciso Jesús Lorenzo Leal habló sobre "La liturgia, un nuevo canto para el Señor". Y destacó la importancia de la música en la liturgia, en su origen, "en otros tiempos cuando se cuidaba mucho más que ahora".

Eduardo Carrero Santamaría, de la Universidad Autónoma de Barcelona, se centró el "La Catedral de Zamora en el tiempo" y describió cómo ha ido cambiando la seo a lo largo del tiempo, muchas veces por las necesidades de la liturgia, entre las que se encontraban también las musicales.

Alberto Martín Márquez, del Archivo Municipal de Zamora, abrió el debate de los problemas de las fuentes en los archivos, para tratar de dilucidar "qué cosas hay que creerse y cuales no". Otro sacerdote del Obispado de Zamora, Miguel Ángel Hernández Fuentes tituló su conferencia "Laus tibi. La escenificación litúrgica del Domingo de Ramos en la Catedral de Zamora durante la Edad Media".

Vicente Urones Sánchez se encargó que ofrecer "Una aproximación a la música medieval en la Catedral de Zamora". Y cerró la sesión de la mañana José Andrés Casquero, del Archivo Histórico provincial para hablar de "Los seises de la Catedral de Zamora". Los seises, explicó "es un coro de niños cantores que se fundaron por un chantre de la Catedral de Zamora en 1645 y que vivieron en un colegio internado al lado de la seo. En Zamora en vez de seis eran ocho niños que se escogían desde pequeños desde los 10 años hasta los 20 que es cuando tenían que salir del colegio. Se les formaba en el canto llano, en el canto de órgano y contrapunto. También se les instruía en la enseñanza musical, fundamentalmente en el manejo de órgano y de los instrumentos que entonces tenía la capilla, flautas, oboes, trompas, violines, contrabajos. Una etapa muy fructífera del colegio de los seises a principios del siglo XVIII y de aquí se formaron muchos maestros de capilla de prestigio que estuvieron en otras catedrales".

Ana María Robles Román, del Conservatorio Profesional de Música de Salamanca, disertó sobre la "Vida musical en la Catedral de Zamora alrededor de dos maestros de capilla, García de Salazar y Cobaleda". Juan García de Salazar (siglo XVII) está considerado como uno de los mejores músicos europeos del barroco, mientras Alonso de Cobaleda (siglo XVIII) fue otro de los maestros de capilla más destacados.

Lucien Laferriére disertó sobre los ejemplos de modernización de la música en la Catedral a inicios del siglo XVIII mientra Federico Acitores explicó los detalles del órgano actual que funciona en la seo.