El artista Gregorio Fagúndez Álvarez presenta veinte obras realizadas en hierro en una muestra en la sala de exposiciones de la Encarnación.

-¿Cómo comenzó su relación con la forja?

-Trabajó en el oficio del hierro desde los 14 años, primeramente, en los talleres de la fábrica de San Jerónimo y posteriormente trabajó en varios talleres.

-Usted comenzó a trabajar el hierro de una manera más ornamental para luego dar cabida a una vertiente más artística.

-El conocimiento del hierro lo tengo desde niño y además mis hermanos trabajaron en el oficio. El comenzar a trabajarlo de una manera más artística surgió a raíz de un accidente laboral que sufrí. Tenía tres hijos pequeños y me tuve que buscar la vida. Primero puse un comercio de compra-venta de muebles y hacía los errajes para los muebles que compraba. Luego finalmente me centré en el taller de forja donde comencé a hacer frente a una serie de encargos desde lámparas, apliques, rejas? en el barrio de Pinilla y en 1994 empecé a hacer obra para los concursos que se organizaban por aquel entonces.

-¿Recuerda la primera obra que efectuó?

-Sí, fue un Viriato que puede verse en la exposición. Se trata de una escultura para mí especial y quería demostrar lo que podía hacer yo con el hierro. Poco a poco fui haciendo piezas. Cada dos años la desaparecida Caja España convocaba un certamen de escultura y me presenté en varias ocasiones. En los ratos libres que tenía en mi taller, comencé a preparar las piezas para los concursos. Primero lo dibujaba y luego hacía la escultura. La convocatoria me animaba a afrontar la realización de una pieza. Una vez,en Valladolid tuve la suerte de ganar un concurso organizado por la Agencia de Desarrollo con la obra "Cultivo de clonados", lo que fue muy importante.

-Usted ha llevado a cabo talleres en vivo en varias actividades divulgativas. Desde su punto de vista ¿qué importancia tiene el ver trabajar un artesano en directo?

-Es fundamental. En los talleres que hice en el mercado de ganado y en la calle de Balborraz hacía participar a los niños, les animaba a que cogieran el martillo, tal y como hago ahora en mi taller en Pinilla. Es muy importante que la gente descubra cómo se trabaja el hierro y cómo se hacía antiguamente.

-¿Es un oficio en extinción?

-Totalmente. Está en período de desaparición. Hay algunos jóvenes que han salido de escuelas que han querido trabajar el hierro, pero no les dan facilidades para poder seguir adelante. Además, en la escuela de artes hay una profesora que les introduce, pero... con cuatro varillas no aprenden. El oficio se aprende en la forja.

-¿Ha tenido algún pupilo?

-Mi hijo estuvo aprendiendo conmigo una temporada, pero tiene formación universitaria y ha puesto su propio negocio ajeno a la forja. No obstante, se le daban muy bien. También tuve alumnos durante cuatro meses unas personas enviadas por la Junta.

-Entre las obras exhibidas en la muestra están los bocetos de las dos esculturas que tiene la ciudad.

-Efectivamente está el boceto de la pieza del pez y la que está instalada a la entrada del Puente de Hierro. Yo primeramente hago el boceto y posteriormente realizó la escultura. La primera fue "La leyenda del siglo X", inspirada en la leyenda de San Atilano y el pez que le escuché muchísimas veces a mi madre cuando en invierno estamos alrededor de la camilla. La obra está situada en la avenida del Nazareno de San Frontis y la hice con cuatro barandillas que me dieron cuando restauraron el Puente de Hierro. La otra pieza la titulé "Año 1955" y representa mi niñez en La Pinilla de los años 50. Supone mi personal homenaje al Puente de Hierro. La barandilla que tiene la pieza es la que en tiempos tuvo el viaducto.

-¿Qué hay que tener para trabajar la forja de manera artística?

-No hace falta más que tener las manos, iniciativa y ganas de trabajar. Las 20 obras que reúno están realizadas a lo largo de toda mi trayectoria. La más reciente son la escultura del peregrino o el hombre con las pesas. Para las distintas exposiciones que he llevado a cabo he realizado siempre una nueva pieza. En esta ocasión lo que he hecho son las peanas sobre las que están todas las piezas.

-Una de sus piezas se exhibe en el Museo de la Catedral de Zamora.

-Es un cristo enrejado y se puede ver en la sala dedicada a los artistas zamoranos del Museo de Catedral, templo con el que tengo una larga relación. La regalé porque trabajé mucho en la Catedral pues arreglé todas las rejas de las capillas, las cerraduras y l os cerrojos. Incluso hice las dos cancelas del claustro de la Catedral e incluso un soporte para el cirio es mío?

-¿En qué está trabajando en estos momentos?

-Tengo ya un nuevo proyecto en la cabeza. Ya tengo hecho un primer boceto, un primer dibujo. Primeramente, haré la maqueta y luego ya realizaré la obra grande. Es una pieza relacionada con el antiguo campo de fútbol de Pantoja. De niño nos llevaban allí para que jugásemos allí al fútbol. Quiero hacer mi personal homenaje al campo de fútbol de Pantoja.