El PSOE de Zamora está de luto. La familia socialista suspende la campaña electoral en la provincia hasta el lunes en señal de duelo por la pérdida de Alfredo Pérez Rubalcaba, un histórico que lo fue todo en el partido y en los gabinetes de los gobiernos socialistas, en la construcción de la España democrática, ejemplo de militancia y de dedicación al PSOE, volcado en el servicio público y artífice del fin del terrorismo de la banda ETA, destaca el PSOE provincial.

El socialismo zamorano "llora" al compañero "brillante, irremplazable para la política, que representa lo que debe ser un político", resalta el secretario provincial y candidato en estos comicios a la Alcaldía de Zamora, Antidio Fagúndez. Trae a la memoria "el derroche de inteligencia y, a la vez, el sentido del humor, que hacía especial" a Rubalcaba, quien "dignificó la política".

El recuerdo emotivo conduce a Fagúndez veinte años atrás, a aquel mayo de 1999 en el que el admirado Rubalcaba se llegaba a Zamora para respaldar la candidatura del PSOE a la Alcaldía encabezada por otro histórico socialista, Andrés Luis Calvo, en la que se integraba quien hoy es candidato a recuperar el Ayuntamiento capitalino. Fagúndez resalta al "político que nos inspira a todos como poca gente, un referente en política", del que insiste en laurear su capacidad para poner fin a la pesadilla de ETA como ministro de Interior con José Luis Rodríguez Zapatero. En la retina, "el sufrimiento y dolor que Rubalcaba expresaba por los compañeros asesinados y por los socialistas de Euskadi" que sufrían directamente la barbarie terrorista.

Otra de las virtudes que sus compañeros de Zamora coinciden en destacar es la altura de miras del veterano socialista, "que dignificó la política", significa Fagúndez, y que demuestra el que supiera estar a las duras y a las maduras. Rubalcaba supo navegar con maestría en los años gloriosos de los gobiernos de Felipe González, donde siempre tuvo un puesto destacado "en los gabinetes del Ejecutivo o como ministro" y con Zapatero, recuerda el socialismo zamorano Demetrio Madrid, exdiputado constituyente y expresidente socialista de la Junta. Supo tomar las riendas de un PSOE que comenzaba el tránsito del desierto en 2011, tras su derrota electoral como candidato a presidir el Gobierno, "entonces hablé mucho con él', abunda Madrid, "afrontó con lealtad" esos duros momentos. "Siempre supo anteponer los intereses del partido a los propios", añade Fagúndez.

Para el socialismo nombrar a Alfredo Pérez Rubalcaba es "decir palabras mayores", declara la secretaria de Organización del PSOE de Castilla y León, la zamorana Ana Sánchez, "es hablar de una vida dedicada al servicio de su patria, como él entendía la patria". La también vicepresidente de las Cortes de Castilla y León se refiere al "buen socialista, al buen español y a la inmensa persona" que fue el exministro de Educación y de Interior que, "a pesar de su gran brillantez, de su inmensa talla política, nunca dejó de ser un hombre sencillo, divertido y con humor ácido", atado a aquella máxima que "siempre decía: si no vives como piensas, acabarás pensando como vives". Ana Sánchez vuelve a resaltar al hombre abnegado, "trabajador hasta la extenuación", capaz de perseverar para conseguir sus objetivos, "recuerdo cómo, si algún propósito le rondaba la cabeza, llamaba ochocientas veces al día a Óscar López", exsecretario del PSOE en Castilla y León, exlíder del grupo socialista en las Cortes regionales y exsenador autonómico.

Demetrio Madrid completa esa radiografía del socialista fallecido con pinceladas que remiten a 1974, a aquel PSOE clandestino en el "estábamos en muchos asuntos juntos" y a aquella época que le convirtió en pieza clave de la transformación de la Educación en España, con la Ley de 1985, desde la Secretaría de Estado de Educación. Entre las anécdotas, aquel mitin al aire libre en La Marina, en la campaña electoral de 1991, que cerró tras Luis Calvo y Madrid, "nos dijo "¡me habéis quitado todos los temas!", se mosqueó". En el PSOE, "lo ha sido todo, no siendo presidente del Gobierno. En momentos muy críticos, ha sido una persona decisiva: con mucha inteligencia y prudencia dirigió el final de ETA".

De este "arquitecto de la democracia, hombre de Estado", Demetrio Madrid destaca su disposición a acudir "siempre que le llamabas, cuadraba agenda y venía en cuanto podía". Alrededor de media docena de veces visitó la provincia. En el corto, "era un hombre rápido de reflejos, con una dialéctica imbatible, que eclipsaba a quien tenía al lado, un atleta de la política, siempre en el límite. De ideas muy sólidas y claras, se mantuvo en el "no es no", convencido de que el camino no era ese".

Luis Calvo echa de menos "políticos como Rubalcaba, no los hay, el nivel actual no supera los estándares normales para un país democrático como es España". Y el exalcalde y exsenador socialista destaca "la valentía que tuvo de dimitir" cuando perdió las elecciones de 2011 y dejó su escaño.