Rubalcaba y Zamora mantenían más en común que lo que puede deducirse de su presencia en actos en apoyo a las candidaturas de Andrés Luis Calvo a la Alcaldía de Zamora, o su amistad con líderes como Demetrio Madrid. La visitó también durante la campaña de las elecciones europeas de 1994, antes de regresar en numerosas ocasiones.

Esa ligazón debió influir para que fuera Zamora la segunda provincia de Castilla y León en la que se formara una plataforma defendiendo su candidatura a la Secretaría General del PSOE en 2012, frente a su compañera, igualmente fallecida de forma repentina y prematura, Carme Chacón. Ambos, en su calidad de ministros de Interior y de Defensa (ella era la primera mujer que asumía el cargo en abril de 2008), coincidirían en la cumbre hispanolusa celebrada también en Zamora bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno, el 22 de enero de 2009.

Casi justo un año después, otra noche invernal traería a Rubalcaba las mejores noticias desde una localidad zamorana: Bermillo de Sayago. Dos agentes de la Guardia Civil interceptaron una furgoneta con explosivos y material que varios miembros de ETA pretendían trasladar al otro lado de la Raya portuguesa para instalar allí un nuevo santuario una vez perdido, definitivamente, la posibilidad de la cúpula de la banda terrorista para seguir operando desde Francia. En Zamora se escribió el principio del final de ETA y el entonces ministro Rubalcaba condecoró a los agentes que intervinieron en la operación que inició la gesta de la derrota etarra iniciada por el socialista.