"Cuando uno deja el hábito de fumar recobra la libertad perdida, porque los fumadores con una adicción importante están presos, atados al tabaco". La frase es del doctor Julio Mata Poyo, médico de familia del centro de salud Zamora Norte que colabora con la Asociación contra el Cáncer en la estrategia para lograr que la gente deje de fumar. Una labor que lleva la psicóloga María Montejo, ponente también de las Jornadas de Infosalud que organiza la Fundación Caja Rural, en colaboración esta vez con la Asociación contra el Cáncer.

El tabaco tiene 4.500 sustancias "y ninguna buena", entre otras la nicotina, con alto poder adictivo, alquitrán, monóxido de carbono, naftalina (el producto usado contra la polilla) o acetona (quitaesmaltes). Unas sustancias que provocan múltiples enfermedades cardiovasculares, tumorales y pulmonares, entre otras.

Para dejar de fumar las personas interesadas disponen de muchas ayudas, como una aplicación móvil, respirapp, un espacio web que se llama salconmigodeltabaco o los cursos que ofrece la Asociación, que utilizan un método de siete semanas en el que se cuidan los aspectos psicológicos y de tratamiento médico, en los casos en que es necesario la ayuda de algún fármaco.

Una vez logrado dejar el hábito los beneficios son muchos desde el ahorro económico a la salud, pasando por la eliminación de la dependencia.