La parte del equipo de Gobierno correspondiente a Izquierda Unida se ha puesto buena nota pese a aquellas cosas que no se han podido completar durante este mandato. "Teníamos un acuerdo con el PSOE y hay cuestiones que no hemos podido abordar, pero eso no es engañar ni incumplir, simplemente no nos ha dado tiempo", ha señalado Francisco Guarido. Ese es el debe que el regidor pone a su gestión, cuatro años que resume en una sola frase: "Llegamos a un Ayuntamiento endeudado y debilitado internamente y nos vamos con las cuentas saneadas y una buena herencia", ha expresado.

En el capítulo de gestión, el alcalde ha lamentado que las políticas de los Gobiernos de España "hayan lastrado y dificultado enormemente hacer una política municipal autónoma y de izquierdas". Pese a ello, el regidor ha enumerado una serie de "logros conseguidos" a lo largo de los últimos años, tales como recuperar los derechos de los empleados, la contratación de 310 trabajadores en planes de empleo o el incremento del 85% del presupuesto destinado a la ayuda a domicilio.

Igualmente, Izquierda Unida se ha felicitado por sacar adelante asuntos "que parecían imposibles" como la Ley de Memoria Histórica. "Además de normalizar las relaciones del Ayuntamiento con la Iglesia, separando los actos religiosos de la política con normalidad y respeto", ha indicado. "Yo nunca pensé en ser alcalde tras 16 años en la oposición, pero está claro que el destino, en política, sí que se puede cambiar", ha comentado Francisco Guarido.