La lucha por el poder en la Diputación Provincial está más abierta que nunca. La caída del Partido Popular en las generales ha acentuado la sensación de que la mayoría absoluta de la formación dirigida por José María Barrios está en riesgo. De hecho, el PSOE no dejó pasar ni 24 horas y, ya el día siguiente a las elecciones, Antidio Fagúndez compareció ante los medios para reclamar "fidelidad" a sus votantes. El objetivo, amarrar lo que sería un triunfo histórico en las comarcas para mandar en la institución.

No en vano, el PP gobierna la Diputación desde hace décadas sin necesidad de pactos con otros partidos. Desde el 2015, los populares cuentan con 13 de los 25 representantes en el Pleno, tras ceder espacio a otras formaciones en unos comicios en los que perdieron una importante cuota de poder. En aquella votación, la formación de centro-derecha dejó escapar los principales ayuntamientos de la provincia, pero contuvo el avance de la izquierda en la Encarnación.

Ahora, la inercia nacional pone el viento en contra de un PP que confía en sostener su dominio en los pueblos, pero que necesitará también un buen resultado en los grandes núcleos para no depender de pactos o incluso ceder la mayoría a la izquierda. Ahí, la situación en el partido judicial de Benavente se antoja clave, y así lo entienden también los responsables de los principales partidos.

La zona donde se enclava el segundo municipio de la provincia en número de habitantes reparte cinco diputados, un 20% del total. En las locales del 2015, el Partido Popular se llevó tres representantes y dejó dos para el PSOE, tras batirle por una diferencia de algo más de 3.000 votos (9.469 - 6.313). La distancia en la comarca se consolidó gracias a la victoria de Juan Dúo en las elecciones al Ayuntamiento de Benavente, donde el PP venció con una renta de 700 votos, que fue insuficiente para evitar el pacto de izquierdas en la villa, pero que afianzó el resultado para la Diputación.

Ahora, el PSOE confía en darle la vuelta a la situación, precisamente con Luciano Huerga como actor principal de la remontada y con la ventaja que le da a los socialistas el hecho de que el PP haya dejado cuatro candidaturas vacías en el partido judicial. Los populares no han sido capaces de cerrar lista en Castrogonzalo, Morales de Rey, Pueblica de Valverde y Santa Colomba de las Monjas, donde en el 2015 acumularon 464 votos.

El PSOE sí estará en todos los municipios, por lo que confía en crecer lo suficiente en el partido judicial para aspirar al quinto diputado de la zona, aunque deberá estar pendiente también de la influencia de otros partidos y de cómo afecta a la división del voto tanto en la derecha como en la izquierda.

En ese sentido, el PP contará esta vez con la ventaja de la escasa implantación en la provincia de sus rivales en el centro y en la derecha del arco ideológico. El contrincante más peligroso en esta batalla será Ciudadanos, que sueña con acceder a la Diputación por Benavente, pero que necesitaría un resultado extraordinario en la capital de la comarca para llevarse un representante. La formación naranja solo tiene listas en ocho de los 56 municipios del partido judicial, por lo que verá mermada su capacidad para lograr apoyos.

Ahora bien, el resultado del exalcalde Jesús María Saldaña, ahora candidato naranja a la Alcaldía de Benavente, podría ser decisivo a la hora de determinar el futuro de la Diputación. Ciudadanos parte de 342 sufragios y ningún concejal en la villa, por lo que cuenta con un amplio margen de mejora que amenaza a los actores del bipartidismo. El PSOE confía en salir bien parado de este nuevo escenario y redondear su plan con un buen botín en la capital.

Es preciso recordar que los 112 municipios del partido judicial de Zamora reparten quince diputados, de los cuales más de la mitad se deciden por el resultado de la ciudad. Ahí se librara la parte principal de una guerra que los socialistas quieren desequilibrar también por el lado de Benavente, teniendo en cuenta que el empate a un diputado en Toro y en Puebla de Sanabria

El escaso número de candidaturas del resto de los partidos favorece a un PP que trabajará municipio a municipio para salvar el resultado y retener el poder en la institución. El voto a la persona será un arma a favor del proyecto que cuenta con más alcaldes en los pueblos de Zamora.