Un Partido Popular que vaya "desde el centro hasta la derecha". Ese es el proyecto que quiere José María Barrios para la organización después de la dura derrota electoral del pasado domingo. El líder de la formación en Zamora eludió valorar el cambio de tono de Pablo Casado, más pendiente del votante moderado, y reclamó mirar hacia atrás para recordar que, en 1989, el partido se refundó para "aglutinar" todo el espectro político cuyo voto ha vuelto a dividirse en tres.

Barrios subrayó que aquella unión permitió integrar "a gente más de centro y gente más de derechas" con el fin de que "no gobernaran los socialistas", y señaló que, ahora más que nunca, el Partido Popular debe "conservar el origen y la ideología". "No nos tenemos que ir a ningún sitio. Es algo que, en realidad, nunca hemos perdido", advirtió el líder de la formación en Zamora.

En ese sentido, lo que sí admitió José María Barrios es que quizá haya habido un problema de comunicación con la ciudadanía: "Puede que la sociedad no nos haya visto como la opción para integrar esos perfiles. Entonces, lo que tenemos que hacer es transmitir mejor nuestro mensaje", razonó el presidente de los populares, que finalmente se quedó fuera del Senado por un puñado de votos.

Además, ante la idea de realizar una campaña más personalista y centrada en los candidatos y no en las siglas, como han planteado algunos responsables de regiones como Cataluña, José María Barrios aseguró que, en Zamora, "la marca es lo más importante". "Aquí, protagonismos individuales los justos", incidió el responsable de la organización.

El líder de los populares de Zamora insistió en que los candidatos de la provincia llegan "a mucha más gente" con las siglas y dibujó una campaña para las municipales y autonómicas del 26 de mayo que será "muy similar a la de hace cuatro años" y en la que el PP intentará estar "muy cerca de los ciudadanos".

Barrios concluyó con una afirmación optimista acerca del futuro inmediato del partido: "Estoy convencido de que podemos tener unos buenos resultados", aseguró el líder de un partido que, a nivel provincial, parte con los retos de conservar la mayoría absoluta en la Diputación Provincial, en un contexto muy complejo, y de intentar recuperar el poder en los principales ayuntamientos, como el de la capital, Benavente, Toro, Morales del Vino o Villaralbo, ahora en manos de la izquierda.