El sonador Josep María Cardona es el músico invitado este año al V Festival de Flauta y Tamboril de Zamora, Flautamza, que arranca hoy viernes con un concierto en el Teatro Elvira Fernández en el que el músico ibicenco estará acompañado en el escenario por la Asociación de Tamborileros Zamoranos y mañana sábado imparte una masterclass en la Alhóndiga. Ambas actividades tienen entrada libre.

- ¿Cómo se inicia en la música tradicional?

-Siendo un niño empecé tocando la flauta dulce en el colegio y luego estudié clarinete en la escuela municipal de música donde también empecé a asistir a clases de música tradicional, donde comencé a tocar la flauta, un instrumento que me llamaba mucho la atención porque solo tenía tres agujeros. Parece que es un instrumento sencillo, pero tiene su complicación.

-¿Cuáles son las principales diferencias entre la flauta y el tamboril tocados en Ibiza y en Zamora?

-A nivel constructivo la gran diferencia es su interior. En las nuestras es cónico invertido y se hacen a mano atravesándolas con una aguja de hierro al rojo vivo la madera de adelfa. Esa es una diferencia importante porque afecta al sonido y a las posiciones de los dedos. Además, nuestra flauta tiene una estructura de tono, semitono y tono y las de Zamora, tono, tono y semitono. Al tocar una canción la sonoridad es distinta porque las notas son diferentes. El tambor es un instrumento de acompañamiento que inicialmente se hacía vaciando troncos de pino, aunque actualmente son listones pegados con cola. En Ibiza la persona que toca los dos instrumentos a la vez recibe el nombre de sonador.

-La mayor dificultad de ser sonador reside en?.

-Con la perspectiva que tengo ahora que soy profesor hay varios aspectos. Es laborioso empezar a aprender a tocar canciones y sumarle el tambor. A mis alumnos les digo que el tambor es una ayuda, no una dificultad pues te ayuda a señalar las notas, encaja con la melodía de la flauta, pero los primeros momentos sumar es laborioso. Posteriormente cuando ya sabes tocar, es difícil aprender las canciones de baile.

-¿En qué ámbitos toca un sonador?

-Toca las canciones de baile, de misa y las que son para deleite, que son música pura.

-¿Se sigue tocando en las celebraciones religiosas?

-Sí, existe todo un repertorio. Con la llegada de Jaume I se intentó que todo lo pagano, con ciertas modificaciones, accediera al templo. En el apartado musical se creó todo un repertorio que ahora se toca únicamente en celebraciones significativas.

-Hace unos años publicó un libro didáctico sobre la flauta y tamboril ibicenco.

-Es el resultado de mi experiencia de casi 20 años de enseñar a tocar. Intenté transcribir las canciones que tocamos con una metodología diferente al lenguaje musical para que mis alumnos sin saber música pudieran comprenderlo. Finalmente opté por el lenguaje musical estándar y encima de cada nota apunté la posición de los dedos en cada sonido, tiene tres agujeros y si están en negro se tocan. La editorial Mediterránea confió en mí y este proyecto se completa con una web en la que hay colgados vídeos de algunas de esas composiciones.

- ¿Qué salud tiene el folclore en Ibiza?

-Hubo un tiempo en el que solo hubo tres sonadors y ahora hay 19 grupos de música en la isla que cada uno tiene, al menos, uno. Tenemos una federación y llevamos a cabo un festival y unas jornadas. Somos pocos, pero nos movemos muchos para que se sepa que es algo más que la isla de la fiesta. Queremos mostrar que además de los encantos naturales que tiene la isla existe una cultura popular que mimamos todas las collas existentes. Para mí acudir a Zamora es una satisfacción porque estoy orgulloso de ser sonador porque el folclore es la herencia del conocimiento del pueblo. Me fascina que haya gente interesa por conocer las distintas tradiciones que existen en España y que exista un grupo de tamborileros que incluye a mujeres porque en Ibiza he recibido críticas por enseñar a tocar a una mujer pues antes el sonador solo era el hombre.