La romería de la Virgen de la Concha discurrirá el próximo lunes 10 de junio por su recorrido habitual al recuperarse en el regreso a la capital el paso por el bosque de Valorio gracias a haberse abierto el paso bajo el nuevo viaducto sobre la carretera de Valderrey.

Los romeros regresarán por Valorio tras cinco años en los que la comitiva no podía pasar debido a las obras del AVE, según comunicó el presidente de la Cofradía de la Virgen de la Concha o de Nuestra Señora de San Antolín, Florián Ferrero Ferrero, a los hermanos en la junta general celebrada en dependencias del Seminario.

En el transcurso de la asamblea, en la que el presidente informó de los actos de homenaje tributados el pasado año a la patrona de Zamora, de la Junta pro Semana Santa y del Ayuntamiento de Zamora, se refrendó la propuesta de efectuar "algún tipo de reconocimiento a los vecinos del alto de San Lázaro" dado que, en los últimos años, en la zona del barrio que limita con el bosque los vecinos instalaban altares y engalanaban con flores y mantones sus fachadas. El tributo tendrá lugar la víspera de la romería "inicialmente tanto a la asociación de vecinos como al grupo de personas que reside en el alto que se han volcado con nosotros durante estos años", detalló Florián Ferrero.

A mayores el presidente de la Cofradía de la Virgen de la Concha anunció que estudiarán "la manera de integrar la zona de San Lázaro en la procesión" aunque todavía no tienen claro cómo hacerlo. Entre las posibilidades que barajan figuran "o bien cada cierto número de años pasar por esas calles o bien hacer una pequeña variación en el recorrido habitual" . Una vez que la directiva tenga un planteamiento en firme lo llevará a una asamblea para contar con el beneplácito de los hermanos.

Por otro lado, la Cofradía de la Concha tiene previsto, a través de su bolsa de caridad, aumentar su implicación con el centro de acogida Madre Bonifacia, dependiente de Cáritas Diocesana. La hermandad prevé elevar hasta los 400 litros de leche anuales su contribución al hogar y también adquirirán unas cámaras frigoríficas para la nueva ubicación del centro en la casa Betania, un inmueble situado en la calle Sor Dositea Andrés y ocupado tiempo atrás por una congregación de religiosas que Cáritas ha rehabilitado para dignificar la acogida de transeúntes e indomiciliados.