Ciudadanos logró su primer diputado por Zamora en las elecciones del domingo. El partido naranja se convirtió en la primera formación que rompía el bipartidismo en la provincia desde que se reparten tres escaños. Lo hizo además con tan solo un 16,96% de los sufragios, lo que supone que la formación naranja es la que menos apoyos ha necesitado en esta circunscripción para conseguir un asiento en el Congreso en los más de cuarenta años de historia democrática.

De hecho, la formación naranja logró llevarse el mismo botín que el PSOE y el Partido Popular, que se manejaron en torno al 30% de los apoyos. José Luis Bartolomé irá al Congreso de los Diputados después de conseguir el objetivo que se marcaron todas las fuerzas alternativas al bipartidismo: conseguir la mitad más uno de los votos que tuviera el partido ganador en la circunscripción.

Eso es, en resumen, lo que el sistema electoral le pide a los partidos que quieren tener representación en circunscripciones de este tamaño. Ciudadanos se vio beneficiado por la igualdad entre Partido Popular y PSOE, y es que un triunfo destacado de cualquiera de los dos habría encarecido el diputado para los naranjas.

De hecho, en la primera fase del escrutinio, la presencia de un Partido Popular por encima del 35% de los votos situaba a Ciudadanos fuera de los escaños. La formación naranja habría necesitado, en ese caso, rozar el 18%. Sin embargo, la subida del PSOE y la bajada del partido encabezado por José María Barrios facilitó la labor de la formación liberal, que pudo cumplir su objetivo.

En este proceso, Ciudadanos se basó especialmente en el apoyo de los grandes núcleos. Con los resultados en las comarcas, la formación naranja se habría quedado fuera del Congreso por esta circunscripción. Fue la subida en Zamora capital, Benavente, Toro o Morales del Vino la que catapultó a José Antonio Bartolomé.

Cabe destacar que Ciudadanos alcanzó el 17,78% de los apoyos en Toro, el 18,3% en Benavente, en 19,6% en la capital y el 20,1% en Morales del Vino, donde la formación naranja fue tercera fuerza por detrás del Partido Popular de José María Barrios, y también por delante de competidores como Vox o Unidas Podemos, que se quedaron lejos de los liberales en los municipios principales.

Esta situación tuvo un reflejo en otras provincias de Castilla y León, donde Ciudadanos consiguió 8 de los 31 diputados con menos de un 19% de los sufragios. En el 2016, con más de un 14%, se quedó en uno. Los naranjas saltaron una barrera de la ley electoral para salir beneficiados de su aplicación.

El caso paradigmático de Zamora se dio de manera más enrevesada aún en Palencia, donde Ciudadanos logró representación con menos de un 16% gracias a un resultado muy equilibrado entre PSOE y PP, ligeramente por encima del 30%.