El PSOE ha ganado las Elecciones Generales en la provincia de Zamora. Lo hace 37 años después y rompe una hegemonía que el Partido Popular, que sufre un tremendo castigo por parte de los electores, mantenía desde 1982. El reparto de escaños da, por primera vez desde que Zamora tiene tres escaños, entrada a otras tantas formaciones políticas. Consiguen silla en el Congreso de los Diputados Mar Rominguera (PSOE), Isabel Blanco (PP) y José Antonio Bartolomé (Ciudadanos). Elvira Velasco, la apuesta del PP para el número dos, se queda fuera.
Los socialistas cosechan más del 31% de los votos emitidos en la provincia de Zamora y ganan holgadamente en la capital, municipio sobre el que se sustenta su triunfo de ayer. El apoyo al PSOE es siete puntos superior al de hace tres años. La candidatura liderada por Mar Rominguera ha conseguido ser la opción "útil" del electorado de izquierdas, algo que envía a Podemos a la quinta posición en la provincia.
Consulta los resultados completos en nuestro gráfico interactivo.
Con todo, la verdadera noticia de ayer es que el Partido Popular ya no tiene en Zamora ese siempre recurrido "granero" de votos que mantiene desde mediados de los ochenta. Los de José María Barrios se llevan un batacazo como nunca antes. Han pasado del 48% de los votos del verano de 2016, casi la mitad de los sufragios, a menos del treinta por ciento. Pierden cuatro de cada diez votantes.
El voto de la derecha, como se preveía, se ha fragmentado. Ciudadanos consigue lo que parecía imposible: romper el bipartidismo en la provincia de Zamora. Con más del 17% de los votos emitidos en la provincia (18.625), el partido naranja suma por primera vez. Es la primera formación en conseguir asiento por la provincia desde que lo hiciera UCD, también en 1982. Los de Albert Rivera, que han tenido una campaña discreta en Zamora, mejoran sus resultados de hace tres años, aunque su ascenso no puede explicarse sin el descalabro de los populares zamoranos.
Vox, por su parte, se quedó por debajo de lo que el propio partido parecía prever. Los de Santiago Abascal, que tampoco han conseguido a nivel nacional los resultados esperados, son cuarta fuerza en la provincia de Zamora. La formación de ultraderecha, con un candidato desconocido para la mayoría de los electores y con una campaña prácticamente inexistente en la provincia, cuenta pese a todo con más del once por ciento de los votos de los zamoranos.
Tropezón también importante el de Unidas Podemos. La formación morada ha visto como la llamada del PSOE al voto útil le ha hecho daño, lo que se ha traducido en la pérdida de alrededor de la mitad de los apoyos cosechados hace tres años. Con menos del diez por ciento de los apoyos, la formación morada nunca soñó, ni siquiera en campaña, con conseguir diputado por la provincia.
Pacma, que prácticamente calca los resultados de hace cuatro años, aparece como quinta opción por detrás de los cinco principales partidos. La lista la completan, por este orden, Prepal, Recortes Cero, PUM+J y el Partido Comunista de los Trabajadores de España.
Que la noche electoral iba a ser movida se veía desde que comenzaron a publicarse los primeros resultados. Los primeros avances daban el tradicional "2-1" para el Partido Popular, aunque el colchón de votos que tenía Elvira Velasco rara vez pasó de los mil y se fundamentaba, sobre todo, en los pequeños pueblos de la provincia. Cuando los resultados de la capital empezaron a entrar al sistema las diferencias empezaron a reducirse hasta que se consumó lo que parecía. Ciudadanos fue manteniendo su diputado con el paso de los minutos y lo consolidó.
