Fue acabarse la Semana Santa, con su Pasión y Muerte y sus inestabilidades meteorológicas y llegar la primera romería, justo al domingo siguiente, con un tiempo que hizo a todo el mundo estar, literalmente, en la gloria.

La romería del Cristo de Valderrey se convirtió en lugar obligado de paso para zamoranos y visitantes, que cumplieron con su obligación de votar, ya que se alcanzaron buenos niveles de participación, pero no desatendieron la tradición ni dejaron pasar una oportunidad de pasar un buen día de campo, después del tiempo de las semanas de atrás que más bien tiraba hacia invernal.

La mejora del acceso a la ermita tras el arreglo de la carretera, permite no sólo disfrutar mejor de la romería, sino también facilitar el uso ciudadano del lugar como zona de ocio, paseo o deporte, enlazando con el bosque de Valorio.

También es novedad lo que se vislumbra desde la pradera y que se extiende en dirección a la carretera de La Hiniesta, los terrenos del futuro campo de golf, que tiene ya los terrenos explanados y desbrozados, plantado el césped y el diseño del nivel del campo y la ubicación de los hoyos. Se espera que este campo de golf genere una gran demanda tanto para deportistas locales y forasteros como para atraer turistas, un sector tractor de empleo para la economía zamorana".

A estas novedades se añadirá otra, la de la eliminación de casi todo el tráfico ferroviario de la vía de tren que pasa junto a la ermita, en la que el año que viene por estas fechas dejarán de transitar los Alvia para quedar sólo el regional de Puebla de Sanabria a Valladolid, que no circula el domingo.

Lo demás sigue exactamente igual que en los últimos años, en una romería que tampoco necesita más aderezos.