Aparentemente el polaco y el español no se parecen. Al menos, suenan muy diferente. Un poeta zamorano, medio siglo después de su fallecimiento en México, ha conjugado ambos idiomas en diferentes propuestas, al hilo de la inauguración de la exposición "León Felipe: ¿Quién soy yo?", que este jueves se estrenaba en el Instituto Cervantes de Varsovia.

De un lado, el acto sirvió para bautizar la primera antología de Felipe Camino Galicia llevada al polaco, aunque el traductor Carlos Marrodán, cuya presencia estaba prevista en forma de coloquio, finalmente no pudo acudir a la inauguración. Sí lo hicieron los embajadores de México, Alejandro Negrín, y de España, Francisco Javier Sanabria, quienes asistieron gratamente sorprendidos a la exhibición de libros, fotografías, facsímiles, esculturas y pinturas que forman parte de la muestra impulsada por Acción Cultural (ACE), Instituto Cervantes, Ayuntamiento de Zamora, Junta de Castilla y León y Fundación León Felipe.

De hecho, el embajador mexicano insistió en la presentación de la muestra sobre la relación de León Felipe con el país azteca, de su popularidad y del concepto entre los mexicanos de Camino como uno de los poetas más queridos. En el país del general Lázaro Cárdenas encontró el tabarés su segunda casa, desde allí apoyó a los intelectuales republicanos exiliados. Su mujer, Berta Gamboa, condicionó su vida y su carrera profesional. Cuando León viajó por segunda vez a México, jamás volvería a pisar el país que lo había visto nacer. Asimismo, el embajador de México en la República de Polonia valoró la incorporación a la exposición de fotografías tomadas por algunos de los mejores retratistas centroamericanos, como Manuel Ramos o Manuel Álvarez Bravo.

El pacto de León Felipe con el idioma polaco quedó sellado también en la publicación, en las dos lenguas, del poema "Ven con nosotros" en espacios públicos como dársenas o autobuses urbanos. El viaje continúa. Próxima estación: Cracovia, capital cultural de Polonia.