La Guardia Civil ha cerrado dos operaciones contra la trata de seres humanos con la detención de y liberado a 19 personas de nacionalidad china y vietnamita a los que se obligaban a trabajar en cultivos clandestinos de marihuana, en régimen de esclavitud, investigación iniciada en mayo de 2017 en Zamoracuando se interceptó en Benavente a dos individuos chinos que transportaban cannabis procedente de dos naves situadas en el polígono industrial a la entrada de la localidad.

Los agentes arrestaron en esa fecha de 2017 a cinco personas en el municipio de Benavente, tres de ellas de nacionalidad china que no disponían de permiso de residencia en España, acusados de tráfico de drogas, y liberaron a dos personas de esa misma procedencia que trabajaban en la instalación industrial en condiciones de esclavitud, según la información de la Dirección General de la Guardia Civil. La actuación policial se saldó con la incautación de un total de 74 kilos de marihuana prensada, 25 de ellos en el interior del vehículo en el que viajaban dos de los arrestados, interceptados en la N-VI por el Subsector de Tráfico.

Los cultivos de marihuana se extendían a Valencia, Orense, Jaén y Guadalajara, localidades en las que se ha detenido a 24 personas por presunta pertenencia a una organización criminal, que enviaba fuera de España la droga y que dirigida por una persona de nacionalidad china. Algunos de esos arrestados residían en Madrid.

Los agentes clausuraron ocho naves industriales, incluidas las de Zamora, alejadas del casco urbano, donde se instalaban las plantaciones indoor repartidas en los seis primeros municipios mencionados y donde se mantenía a los trabajadores clandestinos en contra de su voluntad, vigilados por integrantes de la organización "en claras condiciones de esclavitud", según la información facilitada por Dirección General de la Guardia Civil. Los agentes se incautaron de más de 17.000 plantas de marihuana con un peso total de 1.831 kilos manufacturados listos para su envío al extranjero.

Las personas liberadas residían las 24 horas del día en las naves industriales, la primera de ellas localizada en Valencia, con un cultivo de grandes dimensiones de cannabis, en la que vivían cinco personas de origen chino, cuando la Guardia Civil investigaba delitos contra la salud pública, de tráfico drogas dentro de las operaciones policiales denominadas V-Termal y Quincunce. Los investigadores concluyeron que estas personas eran víctimas de trata de seres humanos para su explotación con el fin de realizar actividades delictivas, iniciándose así las operaciones Quincunce y V- Termal, de gran complejidad y que se extendieron durante varios meses por distintas provincias españolas.

Las pesquisas han servido para detectar a distintos grupos criminales con el mismo modus operandi, relacionados entre sí y liderados por personas de nacionalidad China, conformando una organización criminal dedicada a la explotación de personas para realizar cultivos indoor de marihuana, haciéndolo en naves alejadas de núcleos de población, donde no levantaran ningún tipo de sospecha.