"Yo estoy retirada", advierte Pilar Izquierdo después de sentarse junto a Demetrio Madrid. En realidad, ambos llevan un tiempo alejados de los focos, aunque el socialista apuró más su carrera en el Consejo Consultivo: "Tengo un despacho allí y voy casi todos los días", advierte, ante la mirada risueña de la popular. El tiempo en el que los dos batallaban en el Congreso de los Diputados pasó, pero quedan la experiencia, el olfato y una capacidad analítica que no todos tienen pasados los 80. También aparecen muchas diferencias, aunque por debajo de una conclusión común: "El bipartidismo funcionó".

El encuentro entre estos dos exdiputados nacionales por Zamora tiene lugar en la terraza del Parador. Demetrio Madrid espera a su compañera del otro lado de la trinchera hablando sobre una actualidad política que le apasiona y que últimamente le tiene contento. Las encuestas le sonríen. No tanto a Pilar Izquierdo, que advierte al socialista: "Habéis elegido fatal con Pedro".

El favorito de la exdirigente de Alianza Popular es Pablo Casado, que apenas había nacido cuando ella ya se fajaba en el amanecer de la democracia en España: "Nuestro niño promete, pero todavía está un poco verde", apunta. "Los políticos de ahora son ya los nietos de la transición y, a mi modo de ver, son una buena representación de la España actual", subraya Madrid.

Otro punto en el que coinciden: ninguno de los dos quiere mirar al pasado "con añoranza". "Pero no hay que olvidar que hicimos un cambio enorme en este país", recuerda el socialista, que habla con especial cariño de la primera legislatura, de aquel germen de la Constitución. Pilar Izquierdo rememora los primeros años de la UCD y deja clara su prioridad actual: "Yo tengo la vida hecha. Me preocupan mis nietos y la España que les vayamos a dejar", sostiene.

En lo político, el país que viene parece haber devorado al bipartidismo: "En la derecha hay demasiadas escisiones. Antes no era así", defiende la exdirigente popular. El socialista celebra el estado de una izquierda a la que ve "más diáfana". "Divide y vencerás", apostilla Izquierdo, que vuelve a defender la labor del PP y del PSOE: "No había tan mala relación como se piensa. Durante muchos años se estableció aquello que se llamaba el consenso", incide la exdiputada.

Los dos zamoranos hablan de los años centrales de su vida política, de los 80, una época en la que la entrada en la UE "asentó definitivamente la democracia" y en la que quedaron en un plano residual políticos como Blas Piñar, que a Pilar Izquierdo le recuerda al actual proyecto de Vox: "Yo soy de derechas, pero tan, tan, tan de derechas no. Ni es el momento, ni me convencen", aclara.

A Ciudadanos, ninguno le compara con UCD: "No es lo mismo. Es difícil poner al mismo nivel épocas tan diferentes. Por suerte, España se ha modernizado mucho desde entonces", analiza Demetrio Madrid, que reclama "una derecha racional, con los pies en el suelo" y que bromea con Pilar Izquierdo: "No sé qué es eso que dicen los tuyos de no tener complejos". "Me parece bien porque yo nunca los he tenido. Soy muy poco acomplejada", replica la exdirigente popular.

¿Y qué viene ahora? Pocos se atreven a adivinarlo. Tampoco estos dos veteranos de la política zamorana: "El bipartidismo se ha roto porque nos hemos anquilosado y hay inquietudes que no se satisfacen", arranca Izquierdo. "Las nuevas generaciones no tienen que estar ancladas", razona Madrid, que lamenta que los líderes actuales no valoren "nada lo de atrás". Ninguno teme un retroceso, pero el socialista subraya lo que ocurre en otros países y manda un aviso a navegantes: "La democracia hay que cuidarla. No se juega con las cosas de comer".

La conversación se alarga y se desvía sin que ninguno levante el tono ni se tome sin deportividad las críticas del otro a su partido. Para acabar, un pronóstico de cara al domingo: "Yo tengo una cosa clara, y que es la principal: la derecha no va a gobernar en esta legislatura", opina Demetrio Madrid. "No me inspira confianza Pedro Sánchez", lamenta Pilar Izquierdo, que ve el asunto "incierto", pero que expresa un deseo: "Mejor que Pablo Casado madure dentro de la Moncloa".