La Real Cofradía del Santo Entierro no ha faltado a su cita con los zamoranos en la tarde del Viernes Santo y ha sorteado las previsiones de lluvia de días atrás para realizar un desfile que han presenciado miles de personas, zamoranos y turistas.

El capellán Florencio Gago ha dado el pistoletazo de salida a la tarde con el tradicional Sermón del Descendimiento. En su alocución, Gago no ha dudado en censurar la comparación que, a su juicio, existe entre la ola de solidaridad por el incendio de Notre Dame, en París, y la falta de respuesta social ante dramas humanos como el de las travesías de los migrantes en el Mediterráneo. "Parece que las piedras son más importantes que las personas", ha apuntado el sacerdote.

Por lo demás, la procesión se ha desarrollado con normalidad, si acaso con un poco más de "vida" que habitualmente por lo amenazante del cielo en algunas partes del recorrido. Destacable la presencia del Cristo de las Injurias, que este año solo ha procesionado con esta hermandad y no con su Cofradía del Silencio, cuyo desfile se suspendió por la lluvia el pasado viernes.

Destacable también que el "Retorno del Sepulcro", elaborado por Ramón Núñez en 1927, ha procesionado por primera vez a hombros de cargadores y no a ruedas, como había hecho hasta ahora. Así, una vez el Cristo de las Injurias se ha quedado en la Catedral, todos los pasos de la cofradía han vuelto a hombros.