"Fíjese. Aquí había mucha gente y ahora está todo vacío". José Antonio levanta el palo que utiliza para caminar y señala en todas las direcciones. Manzanal del Barco no es una excepción y también sufre el problema que azota a la práctica totalidad de la provincia. La gente echa de menos la vida de antaño, el bullicio y la actividad. De eso poco queda. Al lado del único habitante del pueblo que ha encontrado en su primer paseo por las calles, la candidata del PSOE al Congreso, Mar Rominguera, asiente y pregunta: "¿Qué podemos hacer?". Su interlocutor se encoge de hombros: "Eso digo yo. ¿Cómo arreglamos esto?".

José Antonio recomienda a Rominguera que siga hacia arriba, hacia la zona de la plaza, donde está el bar. Por el camino, la candidata socialista se encuentra con el panadero de Losilla de Alba, que recurre a la venta ambulante para impulsar su negocio y, de paso, dar servicio a los pueblos del entorno. Dos mujeres aprovechan la ocasión para comprar. "¿Qué es lo que les hace falta en este pueblo?", pregunta la candidata socialista tras presentarse. "Pues mira, lo peor para mí es que tengo dolores y estoy sola", responde una de ellas, que atiende a las explicaciones con educación, pero que deja claro el problema en su respuesta.

El camino para la aspirante al Congreso de los Diputados sigue en la dirección que marcó el palo de José Antonio. Tras una breve charla con una mujer que subía presurosa a un coche, Rominguera alcanza el bar. Allí se encuentra a una familia con una niña pequeña, a dos hombres mayores y a la alcaldesa del pueblo, Ana Isabel Baena. También a la dueña del negocio, claro, una mujer de Montamarta que tira como puede en una localidad que cuenta con un mercado limitado.

Quienes quieren hablar le cuentan que no hay tienda y que la gente sobrevive gracias a la venta ambulante desde hace una década. También se quejan de la dificultad para hacer gestiones desde el pueblo o de la ausencia de colegio. Los pocos niños que nacen tienen que desplazarse a Carbajales de Alba para ser escolarizados.

La dueña del bar protesta por las nulas ventajas fiscales que tienen quienes se atreven a poner su negocio en estos pueblos. La mujer señala el local, prácticamente vacío, y habla de las horas muertas que debe pasar, en muchas ocasiones, ante la ausencia de clientes. También lamenta la falta de oportunidades para los jóvenes en estas zonas. En el mejor de los casos, algunos irán a Zamora capital. El resto tendrá que huir de la provincia en busca de un mejor porvenir.

La conversación en el bar se alarga. Mientras tanto, el local se vacía y no entra nadie más. "Las personas que están aquí son unas valientes, porque defienden su tierra y están comprometidas", reconoce Rominguera. "Necesitamos ofrecer igualdad real de oportunidades, aunque decir eso es solo la música", reconoce la candidata.

En ese sentido, la responsable socialista subraya que "hay que poner en marcha la maquinaria y conseguir un pacto entre partidos". "Tenemos que dejar de tirarnos los trastos a la cabeza", asume Rominguera, que opina que "lo primero es repoblar, que venga gente joven". "Hay fondos europeos para fomentar el autoempleo, pero las instituciones se tienen que poner a trabajar", cuenta la candidata, que rechaza que deban suprimirse las diputaciones y algunos ayuntamientos y lanza un dardo a Ciudadanos por esa vía.

Mar Rominguera también incide en un punto en el que todos están de acuerdo, el de la banda ancha de Internet, y señala otro en el que tampoco hay mucha discusión, el de los incentivos fiscales para zonas deprimidas. "Dinero hay", asegura la responsable socialista, que pone sobre la mesa sus conclusiones ante un parque infantil vacío. Una metáfora fácil. "En los pueblos se vive bien", afirma antes de irse. Si no se hace nada, pronto nadie sabrá si es así.