Los vecinos del entorno del Museo de Semana Santa han presentado siete alegaciones al proyecto relacionadas con la nueva altura del edificio. Cuestiones que han sido totalmente desestimadas por parte del Ayuntamiento de Zamora dado el carácter de interés público de una obra llamada a liderar el turismo en la ciudad. El proyecto, no obstante, deberá pasar una nueva fase de exposición pública a instancias de la Junta de Castilla y León tras haberse producido modificaciones "sustanciales" en el planteamiento original realizado por la Junta pro Semana Santa. Por ello, estos cambios deberán someterse a la aprobación por parte del Pleno para poder bordear la normativa establecida en el Plan Especial del Casco Histórico.

El concejal de Urbanismo y Obras del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández, ha explicado las cuestiones burocráticas que afectan al nuevo Museo de Semana Santa. "La Junta de Cofradías nos expuso el proyecto y sometimos la modificación del Plan a exposición pública tras el Pleno de julio de 2018", ha indicado. "No obstante, posteriormente se han producido modificaciones que según la Junta de Castilla y León son sustanciales, por lo que debemos nuevamente llevarlo a Pleno y someterlo a una nueva exposición pública", ha manifestado el edil de Izquierda Unida.

Durante ese primer periodo de alegaciones, el Ayuntamiento de Zamora registró hasta siete quejas de los vecinos sustentadas, principalmente, en la reducción de la visibilidad por la altura que va a adquirir el edificio. Alegaciones que fueron desestimadas por la condición de interés público del nuevo Museo. No obstante, cabe recordar la modificación del Plan Especial del Casco Histórico permitirá elevar la edificación hasta tres plantas con una altura de cornisa de ocho metros y pudiendo alcanzar los 12 metros de altura máxima en el retranqueo de siete metros desde la alineación oficial, tal y como han apuntado desde el Consistorio.

Según los datos que hasta el momento han trascendido de la obra, el futuro edificio se levantará sobre una superficie de 5.200 metros cuadrados en la actual ubicación del museo, aunque con nuevos solares añadidos. El espacio permanecerá totalmente cerrado en su parte exterior con cobertura de piedra y el interior será de hormigón tintado, con una luz cenital para iluminar los pasos de Semana Santa, que se colocarán en una suerte de capillas. El objetivo es que sea un museo "dinámico y único en España".

La pelota, ahora mismo, está en el tejado del Ayuntamiento de Zamora, que deberá someter nuevamente la modificación del Plan Especial del Casco Histórico al próximo Pleno. Posteriormente, habrá tiempo para alegaciones antes de que se apruebe de manera definitiva el cambio urbanístico para dar cobertura al Museo.