El monolito inaugurado el jueves pasado por el Foro de la Memoria Histórica de Zamora y la Comisión pro Homenaje a las víctimas represaliadas por la dictadura franquista entró en campaña electoral durante apenas 48 horas, las que tardó la Junta Electoral Provincial en descartar que el acto tuviera tintes electoralistas y que se hubiera cometido ningún "delito de ultraje a la bandera" y a la monarquía parlamentaria española.

La denuncia llegó de la mano de la Fundación Francisco Franco en Zamora para advertir a la Junta Electoral de la presencia de políticos en el acto, en concreto, del teniente de alcalde de IU, Miguel Ángel Viñas; y del uso de la bandera republicana que se desplegó para recordar a los civiles republicanos que murieron en la contienda provocada por el alzamiento militar y durante la dictadura.

El organismo electoral provincial, tras descartar que la inauguración tuviera cariz político o electoralista, decidió remitir la denuncia a la Fiscalía Provincial, competente para estudiar si, como sostiene la Fundación Franco, los responsables del acto incurrieron en los delitos de ultraje a símbolos de la democracia española.

El presidente del Foro de la Memoria, Eduardo Martín, incidía ayer en que la convocatoria para descubrir el monolito de la plaza del Mercado "no fue una actividad institucional ni electoral", incluso se desarrolló el jueves, 11 de abril, antes del inicio de la campaña, "no tiene nada que ver con ella. Ningún político pronunció ningún discurso" ese día, "solo yo respondí a las preguntas de los periodistas". Y fue el encargado personalmente de retirar la bandera republicana, "se tuvo sumo cuidado en no politizar el acto", agrega. Puestos así, el representante de la esta organización, perplejo ante la denuncia de la Fundación, apunta que "la participación de representantes políticos en las procesiones entraría dentro de esa casuística, podría interpretarse como una utilización de la Semana Santa, una capitalización de sentimientos religiosos por la política".

Martín recuerda que la Comisión pro Homenaje de los represaliados franquistas ha trabajado encarecidamente para recaudar fondos durante diez años para hacer posible la ubicación del monolito, a cuya adquisición y colocación han contribuido ciudadanos y ocho organizaciones de izquierdas: los sindicatos CGT, UGT, CC OO y los partidos anticapitalistas, PSOE, IU y el propio Foro.