Hace unos años, las sedes de los partidos políticos eran un verdadero hervidero a estas alturas de la campaña electoral. Los militantes y cargos de las formaciones compartían tiempo y espacio llenando sobres con propaganda electoral, sobre que después se repartían por los buzones para pedir el voto. Hoy, la situación ha cambiado aunque todavía hay reminiscencias (Antidio Fagúndez y Mayte Martín Pozo sí han llenado los buzones de los zamoranos con llamativos mensajes electorales). La causa de los cambios está, como suele pasar, en Internet y en la presencia cada vez mayor de las redes sociales.

«La comunicación política tiene cada vez más herramientas del ámbito audiovisual para definir estrategias, producir y difundir mensajes que impacten al electorado», afirma Miquel Pellicer, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, universidad que ha estudiado el fenómeno de cara a las elecciones.

El chotis de Esperanza Aguirre en "El Hormiguero" o el candidato del PSOE Antonio Miguel Carmona en "Qué tiempo tan feliz" son algunos ejemplos de políticos en campaña en espacios lúdicos y televisivos. "Las campañas electorales siempre han tenido un componente muy importante de entretenimiento. En los últimos años, no obstante, se ha acelerado este proceso", explica Pellicer. Este fenómeno en el que los políticos acuden a programas no informativos sino de entretenimiento se reproduce en muchos otros países de Europa y Estados Unidos y toma el nombre de "politainment". Eso sí, siempre se apuesta por la televisión de ámbito nacional.

Confirma el panorama David Redoli, sociólogo zamorano que fue presidente de la Asociación de Comunicación Política. La televisión, insiste, es hoy por hoy el medio más importante para posicionar al candidato de cara al electorado. "Podemos mandar un mensaje en redes que llega a 400.000 ó 500.000 personas, pero cuando ese mensaje llega a millones de personas es cuando se emite en televisión", apunta Redoli.

"Lo que hacen las redes sociales es generar impacto para que después los partidos se posicionen en televisión. El gran público no lee los tuits de Donald Trump, se entera de lo que ha dicho cuando el mensaje se ve en televisión", asegura el sociólogo zamorano.

Sin embargo, hay partidos políticos (el ejemplo más evidente en esta campaña electoral es Vox), que "pasan" de los medios tradicionales para centrar su campaña en Internet. "Todo está muy profesionalizado", apunta Redoli. "Los partidos tienen estrategas que estudian qué mensaje va a ser relevante y va a saltar a la televisión, de ahí la predilección por las redes sociales. Ahí no hay barreras, puedes decir lo que quieras. Cuando un político se enfrenta a una entrevista tiene delante a un periodista que le hace una serie de preguntas que pueden ser incómodas. Eso no pasa en redes sociales", apostilla Redoli.

Para seguidores

Los partidos saben, como sabe la mayoría de la gente que se mueve en redes sociales, que escriben principalmente para sus seguidores. "La mayoría de los usuarios de Facebook elige ver mensajes que van en la línea de lo que se piensa previamente, las redes tienen un componente de tribu", asegura Redoli

Con todo, la campaña se mueve ya también a nivel de mensajería entre usuarios. "Aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram se constituyen también como invitados especiales para estas elecciones del 28-A", apuntan los expertos. "La gran batalla se desplaza a las plataformas de conversación privadas, como WhatsApp y Telegram, que es donde va a estar la difusión de noticias que buscan la viralidad más agresiva". Muchos partidos políticos como Ciudadanos, Partido Popular, Podemos, PSOE o Vox ya han apostado por ofrecer un número de Whatsapp o Telegram desde el que informar a sus potenciales electores. En Zamora, sin ir más lejos, Mayte Martín Pozo repartió propaganda electoral indicando un número de Whatsapp en el que recibir propuestas para las elecciones municipales de mayo.

El servicio se presenta como un chat para que el usuario esté informado sobre novedades y actos del partido y, si quiere, lo comparta con sus contactos y en sus redes sociales para generar más impacto. "Como espacio de mensajería instantánea se presenta como una opción atractiva para los partidos al favorecer un discurso y un contenido más directo en un entorno de comunicación más privada. Así, el ciudadano no se convierte solo en un elemento de recepción sino también en una herramienta de propaganda".