En el Pleno del Ayuntamiento de Zamora de julio del año 2009, los grupos políticos acordaron, por unanimidad, instalar un monumento en Zamora para homenajear a las víctimas represaliadas por el franquismo. La moción, impulsada por el actual alcalde de Zamora, Francisco Guarido, entonces concejal de IU de la oposición, salió adelante con los apoyos del PSOE, de Adeiza y del Partido Popular, pero no llegó a concretarse. Han tenido que pasar casi diez años para que, por fin, esa iniciativa sea ya una realidad palpable.

Desde este jueves, la ciudad cuenta con un monolito, ubicado en la plaza del Mercado, que recuerda a los represaliados: "En memoria de todas las personas de Zamora víctimas del golpe de Estado y de la dictadura franquista, por defender la libertad, la democracia y la legalidad republicana", reza una placa cuya ubicación no es azarosa.

La plaza del Mercado se encuentra al lado del edificio que actualmente acoge la Subdelegación del Gobierno. Años atrás, el lugar fue la sede de la cárcel donde miles de ciudadanos tuvieron que penar por expresar ideas contrarias al régimen: "Es un espacio significativo. Aquí entraron más de 1.300 personas en 1936 y miles más durante los años posteriores. Muchos solo salieron para ser asesinados", rememoró Eduardo Martín, del Foro por la Memoria.

Esta asociación es solo una más de todas las que han trabajado "durante años" para hacer realidad este homenaje. Partidos de izquierdas, sindicatos y diversos colectivos pusieron empeño para sacar adelante un monolito que Guarido propuso ubicar en su día en esta zona, en la plaza del Maestro Haedo o en el parque de San Martín, por orden de preferencia.

Finalmente, la zona anexa a la cárcel fue el espacio escogido para una acción a la que el Foro de la Memoria quiere darle más recorrido: "Lo ideal es que la ciudad signifique muchos de sus espacios públicos", señaló Eduardo Martín, que quiso tener un recuerdo para Patricio Alonso, el abogado fallecido en diciembre, que colaboró a la hora de impulsar este tipo de iniciativas.

En cuanto a los vestigios del Franquismo que aún están presentes en distintos puntos de la provincia, Martín señaló que todavía permanecen carteles, calles e incluso placas como la de la Universidad Laboral, "que sigue recordando y justificando el golpe de Estado".

Eduardo Martín también criticó la actitud de la Diputación, por "retrasar" el homenaje a los funcionarios de la institución represaliados y lamentó que algunos pueblos, como Jambrina, hayan hecho caso omiso a las reclamaciones para acabar con una simbología franquista que, poco a poco, tiende a desaparecer.