Se acabaron los prolegómenos; comienza la campaña. Los partidos políticos tendrán quince días para pedir el voto en lo que será el tramo final de una carrera de fondo. Desde que se anunció la convocatoria electoral, toda la maquinaria de las organizaciones ha ido orientada a llegar en las mejores condiciones al 28 de abril y los actos proliferan desde hace semanas. Por Zamora ya han pasado Pedro Sánchez y Pablo Casado, los líderes de las formaciones que aspiran a seguir liderando el país. Menos movimiento ha habido en las tres alternativas: Ciudadanos, Vox y Unidas Podemos, que parten con el objetivo de cazar el tercer diputado por la provincia.

Y es que la realidad es que pocos dudan de que dos de los tres diputados en liza en la circunscripción de Zamora irán a parar al PP y al PSOE. El tercero es el que se discute, y ahí populares y socialistas también tienen mucho que decir. Unos porque pretenden mantener la hegemonía que les ha llevado a obtener dos representantes en cada elección durante los últimos treinta años, y los otros porque ven más cerca que nunca la posibilidad de darle la vuelta al resultado.

Lo que ocurre es que esta votación ya no se puede mirar solo desde el prisma de los dos actores del bipartidismo. Las otras opciones influirán independientemente de si les llega para alcanzar el escaño. Vox y Ciudadanos se llevarán votos de la derecha y Unidas Podemos hará lo propio a la izquierda. Además, Prepal, Pacma, PUM+J, el PCTE y Recortes Cero aparecen en escena como secundarios dispuestos a llevarse una parte del botín de sufragios.

En cuanto a las estrategias de campaña, el Partido Popular dividirá su plan en dos fases. Durante la Semana Santa ejecutará la primera, en un tono más bajo, sin dejarse ver demasiado más allá de las mesas informativas en las diferentes localidades. El PP se volcará en la última semana, cuando se espera la visita de algún primer espada nacional para apoyar a los candidatos provinciales. La organización insistirá también con los actos de cercanía, prácticamente puerta a puerta, para defender los dos diputados.

El mensaje del PP seguirá siendo el del voto útil contra la fragmentación de la derecha y contra la posible victoria de Pedro Sánchez con el apoyo de los independentistas y de Podemos. Los populares aludirán a ese riesgo y presentarán como aval su gestión económica en los territorios.

El PSOE sí arrancará la campaña con más fuerza. De hecho, el Lunes Santo contará con la presencia de la vicepresidenta Carmen Calvo en Zamora, y también se espera que la ministra de Turismo, Reyes Maroto, se deje ver por la ciudad a lo largo de la semana de Pasión. Los socialistas insisten en situarse como la fuerza que puede acabar con el dominio del Partido Popular, aunque son conscientes de que el vuelco es difícil.

Con Mar Rominguera y José Fernández como candidatos al Congreso y al Senado, el PSOE recorrerá la provincia en busca de fidelizar a sus votantes en base a un mensaje contra las tres derechas y contra el PP que ha gobernado en los años más duros de la despoblación, un tema clave en esta campaña.

En el caso de Ciudadanos, la macroencuesta del CIS, que les concede un diputado, ha elevado la moral en sus filas. El partido es consciente de que el tercer escaño de la circunscripción es la única posibilidad y se volcará a por él, a pesar de que todavía no se ha confirmado si acudirá algún dirigente nacional a reforzar su apuesta. La campaña discurrirá en un tono normal, con caravana por las comarcas y el habitual mensaje de la moderación contra las consignas más radicales.

Por su parte, Unidas Podemos sale a competir a las elecciones generales consciente de que Zamora será una plaza complicada. La confluencia, sin el apoyo de Izquierda Unida, tratará de remontar los malos presagios con una campaña sin grandes actos en la que primará el contacto personal con los votantes.

Finalmente, Vox iniciará hoy mismo la campaña con la primera visita oficial de su candidato, Pedro Requejo Novoa. La formación de ultraderecha aspira a irrumpir como tercera fuerza gracias al arrastre nacional y, por lo pronto, tendrá el lunes en Zamora a Rocío Monasterio, una de las principales dirigentes nacionales. Quizá venga alguno más para poner al partido sobre un tapete en el que cada vez hay más posibilidades. La provincia reparte tres asientos, pero en los números en los que se mueven las encuestas, quién sabe si será decisiva. Se abre la veda. A pedir el voto.