El pintor Andrés Alén Sánchez compartirá con los lectores de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA estampas de la Semana Santa a partir de este sábado y hasta el Domingo de Resurrección. Este salmantino de nacimiento guarda una fuerte vinculación con la tierra de su padre, donde ha expuesto en diversas ocasiones, la última en la muestra colectiva ArtePalacio que ocupó hace varios veranos el antiguo palacio de la Diputación con gran éxito de público.

-¿Cómo llega a la creación pictórica?

-Yo empecé a estudiar Arquitectura incluso pasé por Ciencias Exactas hasta que llegó un momento en mi vida en el que me di cuenta de que lo único que había hecho siempre era dibujar y pintar, lo que era mi vocación. Hay personas que lo tienen muy claro desde el principio, pero ese no fue mi caso. Yo participaba en cosas y me movía, pero sin el propósito de fraguar una trayectoria. Mi primera exposición individual fue en 1985 en aquel momento donde hacía una obra muy matérica. Pintaba la materia lo que es complicado porque la propia materia dicta las normas. Eran obras muy elaboradas que tuvieron una gran acogida y desde entonces no lo he dejado nunca porque no quería curarme de esto y a estas alturas sigo sin tener ganas de curarme (risas).

-¿De qué manera desarrolla su trabajo?

-Yo trabajo por series hasta agotar la temática. Las que más me ha durado han sido los collages y ahora la de los vinilos, que llevo trabajando un tiempo, pero que creo que ya está agotada, aunque la he disfrutado mucho. Cuando acabo con un tema me gusta comenzar con algo contradictorio, es decir si he hecho algo muy abstracto lo siguiente es más figurativo. Una serie me descansa de la otra. Creo que si hay algún estilo en mi producción es aquello que tenga yo dentro, pero no lo busco. No soy un artista que vaya buscando una coherencia, al revés me gusta cierta incoherencia, meterme en lo que no sé ? decía san Juan de la Cruz que para ir donde no se sabe hay que ir por donde no se sabe. Me gusta sumergirme en obras en donde no sé nada para ver cómo se desarrolla y cuando empiezo a saberlo, comienzo a aburrirme, por eso yo no seré nunca maestro. Cuando empiezo a saber hacer los collages o a trabajar los vinilos? me gusta irme a otro sitio.

-Plásticamente ¿qué le atrae de la Semana Santa de Zamora?

-Las procesiones de la noche, como la de la Hermanad de la Buena Muerte que he ido a ver a su salida del Cristo desde San Vicente con mis niños o a verla a la calle Zapatería sin olvidar el acto en la plaza de Santa Lucía. También me gusta mucho la de las Capas? todas las de por la noche son bellísimas. Las demás tiene un ingrediente popular, todas tiene su aliciente. La Semana Santa de Zamora tiene la particularidad de que logra implicar a toda la gente. No tiene la mejor imaginería, pero es un lugar donde toda la población la vive. Además, algo muy característico, desde mi punto de vista, es el silencio más que su música. Ese silencio y respeto cuando el público se calla en la plaza de Viriato...

-Muchas de las creaciones que ha realizado sobre los desfiles procesionales son momentos de la noche, pero no desprecia plasmar las procesiones de día.

-Creo que la procesión más genuina de Zamora es la de la Congregación desde la túnica hasta todas las costumbres que la rodean. Es historia pura de Zamora y me gusta pintarla, como una obra que podrá verse en el diario que corresponde a la Virgen de la Soledad.

-¿Qué proyectos tiene a corto plazo?

-Este sábado abro una exposición que estará hasta principios de mayo en el Casino de Salamanca y. Una parte es similar a lo que se pudo ver en la muestra de ArtePalacio hace dos veranos en el antiguo palacio de la Diputación y otra parte, producción nueva de color. Se titula "De todo lo visible y lo invisible" es casi todo abstracto con una parte de collage de vinilos y de collage de cartón en composiciones. Reúno obras realizadas a lo largo de los tres últimos años, aunque en una de las dos salas se podrá ver piezas concluidas hace unos meses.