El bipartidismo se despide. Las encuestas en general, y la del CIS en particular, advierten de un Congreso más fragmentado que nunca, con cinco partidos por encima del 10% de los votos y un puzle difícil de encajar a la hora de buscar mayorías parlamentarias. Esa realidad se traslada a las previsiones para Zamora, que reparte tres escaños y que podría entregar un diputado al Partido Popular, otro al PSOE y un tercero a Ciudadanos, que entraría en escena, según la predicción del centro dirigido por José Félix Tezanos.

Este triple empate a diputados jamás se ha producido desde que Zamora cuenta con tres escaños. Es decir, hace más de treinta años que el bipartidismo es una realidad inamovible, con el Partido Popular como formación dominante y el PSOE con su cuota de representación. Los intentos de romper esa inercia han sido en vano. De hecho, Podemos y Ciudadanos fueron los que más se acercaron en los últimos procesos, pero sin rozar siquiera los números de los socialistas. La diferencia rondó los 10.000 sufragios.

El único precedente que se asemeja a la predicción realizada por el CIS para estos comicios del 28 de abril hay que buscarlo en 1982. Aquellas Elecciones Generales fueron históricas porque "consolidaron la democracia" y confirmaron que no habría "vuelta atrás", según indicaron los propios protagonistas, de uno y otro lado, tras su celebración. Pero también porque supusieron el triunfo más contundente de una formación política en España hasta la fecha.

El PSOE de Felipe González logró 202 escaños, dos de ellos en Zamora. Y es que, por entonces, la provincia repartía todavía cuatro diputados. Los socialistas (36,08%) se impusieron por un escaso margen a Alianza Popular (35,86%) en Zamora y se llevaron el primer y el cuarto representante. El segundo escaño fue para José María Ruiz Gallardón (AP) y el tercero para Luis Ortiz (UCD), que se coló en el reparto de un modo similar al que aspiran a repetir Ciudadanos, Vox o Unidas Podemos.

Es cierto que entonces había un diputado más, enviado poco después a otra provincia por culpa de la pérdida de población, pero los datos de 1982 habrían provocado un triple empate a un escaño de haber sido tres los asientos en liza. UCD consiguió tan solo un 18,66% de los sufragios, suficiente para que Luis Ortiz accediera al Congreso.

El que luego sería parlamentario del Partido Popular logró un objetivo que buscan ahora las fuerzas alternativas: obtener la mitad más uno de los votos que consiga quien sea primera fuerza. Ese resultado sería suficiente para que la tercera formación se llevara un diputado el 28 de abril. En este caso, la encuesta del CIS indica que sería Ciudadanos.

Con los datos del 2016, Ciudadanos o Podemos se quedaron muy lejos de esa posibilidad, por lo que sería necesario un trasvase de votos muy importante del PP hacia otras fuerzas para abrir la veda. Hace tres años, los populares cuadruplicaron a la formación naranja en la provincia.

De hecho, la única circunscripción del mismo tamaño que Zamora que contó con tres partidos representados en la última legislatura es Huesca. La macroencuesta del CIS augura ahora que todas se situarán en el 1-1-1 salvo Guadalajara, donde el PSOE obtendría dos y Vox se llevaría el otro. Esto quiere decir que el bipartidismo pasaría de lograr 23 de 24 escaños en las provincias de este tamaño a quedarse en 16.

No obstante, esto siguen siendo meras previsiones. Mañana empieza la campaña y todos pelearán por mejorar los resultados que les adjudican las múltiples encuestas realizadas. Queda batalla electoral por disputar.