¿Por qué Peleas de Abajo es el pueblo con menos participación electoral de la provincia? La respuesta se encuentra en el propio municipio. Al final de la carretera principal, tras una pronunciada pendiente, se erige una residencia para mayores donde residen 109 personas. Casi todas ellas están censadas en la localidad, para poder tener a mano todos los servicios, pero a pesar de ver el colegio electoral a apenas 300 metros, el día de los comicios, casi ninguno de los internos baja a ejercer su derecho al voto.

Así lo explica el administrador de la residencia, Santiago Garrote que además es concejal en la localidad: "En otras elecciones, alguno ha pedido el voto por correo y quizá ese domingo venga algún familiar que quiera bajar a sus mayores al ayuntamiento, que es donde está instalado el colegio, pero serán tres o cuatro. Ahí van cien votos que se pierden. Por lo demás, el pueblo tiene un nterés normal, estándar", explica.

En las últimas elecciones generaleselecciones generales, la situación se tradujo en una participación del 52,69% en Peleas de Abajo, a la par que otros municipios como Torregamones, Argañín, Fresno de Sayago o San Pedro de la Nave, que tampoco alcanzaron el 60%. La media de la provincia se situó en el 70,95%.

En el lado contrario, muy por encima de la media, aparecen municipios como Cañizo, situado en Tierra de Campos, y que roza, votación tras votación, el 90% de participación electoral. "Cuando falta alguien a votar de una vez para otra es por defunciones o porque ha tenido algún problema", señala Antonio Martín, el alcalde del pueblo, que no ve ninguna razón especial para que su localidad esté a la cabeza de esta clasificación.

Curiosamente, en las elecciones municipales del 26 de mayo, Cañizo votará, pero para elegir dos representantes menos. En estos últimos cuatro años, el pueblo ha bajado de los 250 habitantes, por lo que desciende de cinco a siete concejales.

Aparte de Cañizo, también contaron con más de un 85% de participación electoral en las últimas elecciones generales en la provincia Brime de Urz, Santa Croya de Tera, Tapioles, Castrillo de la Guareña y Fuente Encalada, municipios comprometidos con el derecho al voto. En lo que a la provincia en general se refiere, la media de Zamora está por encima del promedio nacional, que en el 2016 se situó en el 69,84%. Eso sí, Castilla y León tiene un ratio de participación superior, del 73,43%.

Y aquí la eterna pregunta. ¿A quién le viene mejor una participación más elevada? Siempre se ha dicho que la izquierda tiende a beneficiarse de las urnas llenas, pero los expertos desmienten que exista una norma en ese sentido. Los partidos apelan a movilizar a los suyos para lograr grandes resultados, con mensajes apocalípticos sobre lo que podría suceder en el caso de ahorrarse el paseo hasta el colegio electoral, pero el resultado de esas arengas es difícil de medir con claridad.

Lo que sí es cierto es que el PSOE se impuso por única vez en Zamora en 1982, con casi un 78% de participación. Fue, eso sí, en un escenario muy diferente y con otros actores. Lo que ocurra el 28 de abril es aún una incógnita.