La Guardia Civil de Cantabria en el marco de una operación contra el denominado “timo del nazareno”, que consiste en que los delicuentes adquieren productos a las empresas con pagos aplazados que después no abonan, ha dado por desarticulado un grupo organizado que causó un perjuicio económico cercano a los 75.000 euros a cinco empresas de ámbito nacional, entre ellas una quesería de Zamora.

Entre enero y marzo la Guardia Civil detuvo a 12 personas e investigó a otra más (8 hombres y 5 mujeres), vecinos de Torrelavega, Guriezo, Santoña, Barreda y San Cibrián, como presuntos autores de delitos de estafa a dos empresas aceiteras de las provincias de Granada y Jaén, una quesería de Zamora, así como otras dos empresas de Murcia, una dedicada a las golosinas y otra de cafés.

Se calcula que la organización consiguió mediante engaño unos 60.000 euros en quesos y aceite, cerca de 9.000 euros en café y algo más de 6.000 euros en golosinas. Todos estos productos posteriormente fueron vendidos a un precio muy inferior al de mercado, tanto en venta directa puerta a puerta, en mercadillos o mediante anuncios en internet y redes sociales.

En enero la Guardia Civil detectó en Cantabria una furgoneta que portaba en su interior diferentes quesos de una marca originaria de la provincia de Zamora, sin que el conductor pudiera acreditar el origen de la mercancía, que era ilícito. Ante la sospecha de comercialización de este tipo de productos en Cantabria, posiblemente adquiridos de forma irregular, se alertó a las diferentes unidades.

Este aviso posibilitó, entre otros hallazgos, que se detectara en el mercado semanal de Santoña a un hombre y una mujer que tenían a la venta 24 quesos enteros y 24 cuñas de la misma marca de Zamora y que igualmente no podían acreditar su lícita procedencia. Simulaban dedicarse al sector de la distribución

Ante estos hallazgos especialistas en Policía Judicial de la Guardia Civil de Torrelavega responsables de la investigación, mantuvieron contactos con la empresa de quesos Zamorana que confirmó tres envíos a Cantabria de importante cuantía que no habían cobrado. Igualmente los agentes detectaron la existencia de otras empresas perjudicadas por pedidos realizados el pasado año con destino a Cantabria y no cobrados, por lo que se sospechó de la existencia de una organización delictiva asentada en esta Comunidad Autónoma que podía estar especializándose en el conocido timo del nazareno.

Al mismo tiempo se averiguó que las personas que habían realizado los pedidos se habían hecho pasar por proveedores, empresarios o comerciantes del sector de distribución a la hostelería. Para dar mayor credibilidad utilizaban dirección de correos electrónicos con palabras propias de ese sector como “ventas, almacén, comercio” etc. También utilizaban como medios de contacto teléfonos a nombres de

otras personas que nada tenían que ver con los receptores de las mercancías. Se pudo averiguar que la mayoría de las líneas fueron dadas de alta a nombre de un hombre que se encuentra en prisión desde finales del año 2016.

Evitar las listas de morosos

Una vez puestos en contacto con las empresas facilitaban como compradores la identidad de terceras personas. Estas identidades debían carecer de deudas para no aparecer en las lista de morosos y de esta forma poder recibir los pedidos. Los cabecillas de la organización conseguían los datos de terceras personas mediante previo pago a los interesados, promesas, pero en algunas ocasiones se supone la utilización de amenazas, extorsión o incluso la usurpación de la identidad.

Los pagos a las empresas se negociaban como mínimo a un mes vista desde la recepción de la mercancía, cobros que no llegaron a recibir. Por otro lado facilitaban como punto de entrega lugares próximos a negocios para de esta forma dar mayor credibilidad. Una vez avisados del envío, solían ponerse en contacto con la empresa de logística para recoger la mercancía en sus propios almacenes en Cantabria, o facilitando otras direcciones, en estos casos ya reales, donde el transportista entregara el pedido.

Finalmente averiguada la identidad de los cabecillas de la organización, un hombre y dos mujeres, así como los encargados de aportar identidades, de la recogida de los envíos o de las ventas, en las que solían participar también los cabecillas, se fueron realizando las detenciones.

Durante la operación se recuperaron más de 70 quesos de diferentes pesos recogidos por la empresa propietaria, y 50 litros de aceite que fueron donados al centro benéfico el Hogar del Transeúnte de Torrelavega, por indicación de la empresa de origen.