Como detectives de buenas prácticas ecológicas, los alumnos del colegio Medalla Milagrosa recorrieron ayer los principales espacios de la capital -desde el entorno del río hasta La Marina, pasando por el casco antiguo, el parque León Felipe o el barrio de La Lana- para hacer una relación de todos los hábitos que pueden y deben cambiarse entre los ciudadanos, jóvenes incluidos. Cuaderno y móvil en mano, iban dejando constancia de pintadas, excremento de mascotas o colillas y demás residuos por el suelo junto a papeleras para concienciarse de que algo tiene que cambiar.

Esta actividad se enmarca dentro del "Proyecto Eco", que contempla objetivos como el cuidado del entorno y la necesidad de transformar los hábitos en sostenibles y en el que participan alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. Se trata de una innovadora propuesta educativa cuya principal complejidad, según los profesores, se centra en que se desarrolla en el entorno urbano, aunque el esfuerzo merece la pena. "Queremos que se visualice la importancia de la transformación de hábitos. Si todo el colegio se centra en una actividad, los alumnos y sus familias, es decir, muchos zamoranos, se darán cuenta de que es necesario realizar un cambio real", argumentan.

La primera jornada ha servido, por tanto, para "tomar conciencia" de todos los elementos que hacen que el entorno esté cada vez más deteriorado.

Durante hoy martes, los estudiantes se dedicarán a reflexionar y analizar todo este trabajo de campo y analizar lo observado, para montar una exposición con todo lo que han percibido, para elaborar a continuación un manifiesto cuyo objetivo es "hacer un llamamiento a un mayor civismo de la ciudadanía", resumen los profesores.

"Proyecto Eco" tendrá su jornada principal mañana miércoles, cuando todos los alumnos de Primaria de la Medalla Milagrosa -cerca de 350 niños y niñas- se acerquen hasta la Plaza Mayor para leer un manifiesto y, acto seguido, sean recibidos por el alcalde de la ciudad, Francisco Guarido, para entregarle un documento con las conclusiones que han recabado durante su trabajo de campo. Además, regresarán a los lugares visitados ayer para realizar tareas de recogida de residuos.

El último día servirá para que todos los participantes puedan evaluar su actuación durante la semana y valorar en qué medida deben cambiar sus hábitos personales para seguir garantizando que el entorno sea "habitable".

Este proyecto se inscribe en una nueva línea pedagógica innovadora, los proyectos de aprendizaje y servicio, que desde el centro se viene practicando durante los últimos cursos con variadas propuestas.