El resultado en Zamora capital será decisivo para el futuro de la Diputación Provincial. Los votos que obtenga la candidatura de Mayte Martín Pozo el próximo 26 de mayo decidirán si el Partido Popular conserva la mayoría absoluta en la provincia o si, por el contrario, se abre una etapa de pactos. Así lo creen fuentes internas de la propia organización, que advierten de la necesidad de mantener los diez concejales en la ciudad.

Ese fue el resultado que obtuvo en el 2015 Clara San Damián, que consiguió situar al Partido Popular como primera fuerza con más de 10.000 votos. La cosecha no sirvió para evitar que Francisco Guarido llegara a la Alcaldía, pero sí para amarrar la institución provincial, cuyos diputados se reparten por partidos judiciales. El de Zamora adjudica 15 de 25 diputados provinciales y la capital tiene un peso equivalente a casi la mitad de esa zona.

Tras los pasados comicios, el Partido Popular se quedó con trece diputados. Es decir, la mitad más uno y mayoría absoluta. Las fuentes consultadas por este medio señalan que la organización confía en conservar los tres representantes que tiene por Benavente, el de Toro, el de Sanabria y el de Villalpando. Asegurar los siete que tiene ahora en el principal partido judicial será decisivo. Recuperar peso en la ciudad traería consigo el refuerzo del dominio en la provincia para los populares.

La situación es tan importante como novedosa. El PP lleva casi treinta años acumulando mayorías absolutas que han llegado a ser muy amplias. Como partido dominante, la organización dirigida por José María Barrios acostumbra a presentarse en los 248 municipios y a exhibir un músculo que ahora deberá sacar a relucir más que nunca. Las amenazas ya no vienen solo desde la izquierda. También aparecen Ciudadanos, Vox o Por Zamora, que se presentarán en la capital con proyectos que aspiran a robar votos desde el centro hasta parte más escorada de la derecha.

El proyecto de Martín Pozo aterrizará en campaña con esta presión extra, con más rivales que antes y dentro de un partido que pasó de los 14 concejales de Rosa Valdeón en el 2011 a los 10 de San Damián en el 2015. Revertir esa tendencia o suavizar el golpe darían una doble victoria al PP. Si no, espera lo contrario.

Lo que sí es una certeza es que algunos de los responsables del partido que han sido parte activa de la institución provincial en los últimos años ya no seguirán en la política a partir de mayo.

En el caso de Aurelio Tomás, el dirigente popular lo deja después de treinta años en la Diputación. El vicepresidente de la institución empezó en la política en 1983, como alcalde de Pozuelo de Tábara, y entró poco después a una labor provincial en la que logró hacerse imprescindible. Ahora, cerca de la edad de jubilación, se retira con la sensación de "haber cumplido".

Junto a él se marcharán otros dos veteranos: José Luis Bermúdez y José Luis Pernía. El primero ha cumplido este año los 65 y dejará paso tras haber sido diputado durante los últimos cinco mandatos. El alcalde de Rábano de Aliste lleva, por tanto, veinte años en la institución y ha optado por no continuar. Tampoco seguirá el representante de mayor edad de la Diputación, un José Luis Pernía que tiene 85 años y que abandonará el servicio público tras llegar a la Encarnación en el 2003.

Estas tres salidas se unen a la ya confirmada de Mayte Martín Pozo para aspirar a la Alcaldía de la capital. Habrá que ver si se produce alguna marcha más en una renovación en las filas populares que podría llevar a Jesús María Prada a la institución. El número dos al Ayuntamiento de Zamora es un puesto habitualmente reservado para responsables que adquieren galones en la Diputación. El partido aún no ha comunicado oficialmente si será el caso del hasta ahora gerente.

En cuanto a los diputados que sí están dispuestos a continuar destacan Antonio Iglesias o Juan Dúo, que harán lo que indique el partido. El futuro de otros, como José Luis Prieto Calderón, aún no se ha desvelado.

Estos cambios en el Partido Popular, supeditados siempre al resultado electoral que obtenga la formación en los distintos ayuntamientos, se unirán a los que pueda llevar a cabo el PSOE que, salvo sorpresa mayúscula, retirará a Antonio Plaza de la portavocía.