Uno de los primeros gestos que tuvo Pablo Casado al entrar en Ifeza para visitar la Feria Raíces fue abrazar de forma efusiva a Fernando Martínez-Maíllo. Ambos compartieron equipo en los últimos años de Mariano Rajoy al frente del Partido Popular, pero el resultado del proceso interno que desembocó en el triunfo del actual presidente de la organización dejó al zamorano fuera de los puestos principales de mando.

Además, la decisión de Casado de situar a Isabel Blanco como cabeza de lista al Congreso de los Diputados para dejar a Maíllo como número uno al Senado había levantado ciertas suspicacias acerca de su relación. Este sábado, el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno quiso despejar estas dudas al señalar que la presencia del excoordinador general en la Cámara Alta responde al momento "crucial" que se vive en Cataluña, donde "se debe recuperar la legalidad y la concordia".

Casado insistió en situar al PSOE en la línea de "los batasunos, los independentistas y los comunistas" y apeló a la necesidad de formar un Gobierno sin estos actores tras las elecciones que se celebrarán en España el próximo 28 de abril.