Siguiendo con la preciada programación de La Peña para los aficionados que lo deseen -todos están invitados, socios y no socios, así como público que quiera asistir, lógicamente hasta completar aforo- hoy sábado, a las veinte horas, tendrá lugar la segunda velada a disposición de cuantos artistas entusiastas quieran ejercitar sus dotes sobre el respetable escenario de la Sede Social "Amigos del Cante".

La organización de este tipo de actividades, altamente demandado por los seguidores del universal arte, viene siendo una práctica habitual, de hecho ésta será la segunda convocatoria en lo que llevamos de año y están previstas al menos otras cinco más, como el mejor procedimiento para el fomento y promoción del flamenco. Pero también como el mejor método de aprendizaje. Es decir, la combinación en alternancia entre actuaciones profesionales y la práctica reglada ante un público cabal, entusiasta y a la vez complaciente, resulta fundamental para el desarrollo de cualquier adquisición conductual, y el arte no escapa a ello. Sin embargo, lo que veremos esta noche no es fruto de la improvisación, ni mucho menos, es la consecuencia de prolongadas horas de ensayo previo entre guitarrista y cantaor. Exactamente lo mismo que ocurre con los artistas profesionales. La diferencia consiste en que el profesional vive de su trabajo y el aficionado, no sólo no cobra, si no que en su afición invierte tiempo y dinero, pero disfruta con ello y especialmente cuando comparte sus progresos con público tan entendido y condescendiente como el de La Peña.

Fomento y promoción cultural del genial arte jondo en una jornada, que como todas las de aficionados, será de puertas abiertas, como he dicho, tanto para los artistas como para el público que le apetezca.

¡Qué se disfrute!