Sesenta y siete pueblos de la provincia de Zamora están incluidos en el Decreto de zonas vulnerables a la contaminación de las aguas por nitratos elaborado por la Junta de Castilla y León y reunidos en un mapa realizado con base a esos datos por Ecologistas en Acción. Son más de 700 pueblos en toda la comunidad autónoma, accesibles al público en la web www.nomascerdos.org.

En estos 67 puntos de Zamora y 709 de Castilla y León "se ha superado la máxima concentración de nitratos permitida para las aguas de consumo público según nuestra legislación (50 mg por litro). Hace apenas nueve años, eran 67 los municipios que superaban este límite", de acuerdo a la interpretación ecologista.

Detrás de este problema, advierte la asociación "se encuentran el uso creciente de abonos químicos en la agricultura y el avance de la ganadería industrial". La propia Junta de Castilla y León, además de señalar el problema, reconoce que las medidas para controlarlo "han sido poco eficientes, necesitando ser mejoradas y completadas".

Sin embargo, "las acciones encaminadas a solucionarlo se encuentran paralizadas desde hace años, y siguen permitiendo la ampliación de explotaciones de ganado porcino y la apertura de nuevas explotaciones de ganadería industrial".

Las asociaciones ambientalistas denuncian el problema , ya que, explican, "además de malos olores, emisión de gases contaminantes y problemas de abastecimiento de agua en algunos municipios, la contaminación producida por la ganadería industrial en nuestra tierra, principalmente de porcino pero también de vacuno o aves, afecta a las aguas subterráneas, y puede perjudicar a la salud y empeorar la fertilidad del suelo".

La existencia de cuatro millones de cabezas de porcino en la comunidad, con una producción que va en aumento, también en Zamora, es uno de los factores que agravan el problema".

Además de denunciar el problema, la campaña "No más cerdos" de Ecologistas en Acción de Castilla y León ofrece como soluciones, cuatro años de moratoria (ni granjas nuevas ni ampliaciones), y un plan para la reducción paulatina del número de cabezas hasta alcanzar un nivel de producción sostenible".

"El mapa recién publicado nos hace tomar conciencia: Castilla y León tiene un problema ambiental y de salud por resolver. Solucionarlo debe ser un asunto prioritario en la agenda política. Castilla y León no puede permitirse más ganadería industrial".

Efectivamente el informe de la Junta indica que mientras el nitrato de origen agrícola está estable "es sin embargo el balance de nitrógeno Orgánico el que es sensiblemente diferente, viéndose muy incrementado en algunas zonas, sobre todo por el incremento del número de cabezas de ganado en determinadas zonas".