Ni los hosteleros zamoranos, ni los representantes de la Junta pro Semana Santa ni la oposición municipal ven con buenos ojos la alternativa que el concejal de Seguridad Ciudadana, Antidio Fagúndez, había planteado para la madrugada del Viernes Santo: eliminar el botellón de San Martín cambiándolo por una fiesta, organizada, en el aparcamiento de la Ciudad Deportiva. Todos coinciden, eso sí, a la hora de censurar lo acontecido durante los últimos días, en los que los cruces de declaraciones dentro del seno del equipo de Gobierno han sido habituales y en los que no se ha avanzado nada en lo importante. Aún hoy, a poco más de dos semanas del Jueves Santo, nadie es capaz de asegurar qué se hará esa noche con los miles de jóvenes que durante los últimos años se reunían a las faldas de una muralla cuya integridad se ha puesto en entredicho por parte de unos y cuya estructura ha sido defendida por otros.

Por partes. Los hosteleros zamoranos, por boca del presidente de Azehos, se han mostrado muy críticos con el Ayuntamiento al considerar que no tendría que proponer alternativa alguna a una actividad que es "a todas luces ilegal". Además, recuerdan que el propio Ayuntamiento -lo hizo Fagúndez en febrero del año pasado- "siempre ha descartado organizar cualquier tipo de actividad paralela a las procesiones". "Vamos a seguir luchando porque la Semana Santa tenga el máximo esplendor, y por tanto no vamos a organizar ningún otro evento", apuntaba el concejal de Seguridad Ciudadana hace poco más de doce meses.

Somoza asegura que "nuestra posición es contraria al botellón y a los eventos que puedan ponerse sobre la mesa" porque "es una noche muy importante para la hostelería zamorana", que es "capaz de dar servicio" a "todos los que se acerquen a nuestros establecimientos". Somoza apunta que Azehos ha intentado trasladar a la Concejalía la postura del sector, aunque sin éxito.

El malestar de los hosteleros se une al escepticismo de los responsables de la Junta Pro Semana Santa y a la estupefacción que ha cundido en la oposición política. No solo por la propuesta, sino también por la brecha que ha provocado en el seno del equipo de Gobierno, que se ha hecho mucho más explícita ahora que en cualquier otro momento de este mandato.

En ese sentido, el viceportavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zamora, analizó este lunes la situación de forma crítica y lanzó un mensaje para Francisco Guarido: "Creo que el alcalde tiene que coger, de una vez por todas, el toro por los cuernos y poner a Antidio Fagúndez en su sitio", apuntó el concejal de la oposición.

Además, González Prada exigió rigor a ambos y reclamó que "asuman responsabilidades" para definir qué sucederá finalmente en Zamora durante la madrugada del Viernes Santo.

Tampoco recibieron de buen grado la noticia en Ciudadanos. Francisco José Requejo aseguró que había sentido "preocupación y sorpresa" al enterarse de la idea planteada por Antidio Fagúndez, y recordó que el emplazamiento de la Ciudad Deportiva ya lo había planteado su grupo: "Se nos ha obviado y se ha actuado de forma unilateral", advirtió.

Requejo también exigió coherencia a los dirigentes municipales y mostró su desacuerdo con la forma en la que se está tratando el asunto: "Se está actuando con tintes electoralistas", aseveró el líder de Ciudadanos.