Por otra parte Graciliano Hernández anunció su intención de dejar el cargo tras los dos mandatos al frente de la cofradía, que concluyen dentro de 14 meses, sin que baraje realizar ningún cambio de estatutos u otra estrategia para poder prolongar su permanencia en el cargo. Informó a la asamblea de los cambios en la directiva, con el relevo de tres de las personas que la formaban, algunos de ellos por pérdida de confianza, y el ascenso de Ángel Rodríguez Reguilón como encargado de pasos y Alberto Piorno como vicepresidente.

La cofradía tiene actualmente 3.700 hermanos, tras la entrada de cerca de un centenar en el último año. Los 25 mayordomos van del número 565 (Sergio García de la Iglesia) al número 593 (Marcelino Rodríguez Blanco).

La economía marcha bien, con un saldo acumulado de 41.192 euros y un presupuesto de poco más de 75.000 euros para 2019. Entre otros logros Graciliano Hernández expuso la buena marcha de la amortización del local de la Rúa de los Francos, adquirido en 2011 con una hipoteca de 166.000 euros y que empezó a pagarse en 2012, en su primer año en el cargo. En estos seis años se han amortizado 106.000 euros y quedan por pagar en los nueve años restantes 60.000 euros, un 36% del total. La amortización anticipada ha permitido rebajar la cuota de 15.000 euros anuales a 8.500.