La Asociación Contra del Cáncer colocó ayer una taza de váter en plena Santa Clara. Era una invitación a los ciudadanos para que reflexionen sobre lo sencillo que es hacerse la prueba para descartar la existencia de un cáncer de colon: sentarse en la taza del váter, sacar el palito del kit, pinchar en varios lugares las heces y volverlo a meter, antes de llevarlo al centro de salud para su análisis. Una prueba ciertamente sencilla, indolora y el absoluto invasiva y que sin embargo puede detectar a tiempo un tumor en sus etapas iniciales o bien lesiones precancerosas que se pueden abordar antes de que vayan a más.

En el Día Mundial de Prevención del Cáncer Colorrectal la Asociación Española enfocó su mensaje a procurar que la población se conciencie de la importancia de hacerse la prueba, lo mismo que lo están las mujeres con las mamografías para detectar a tiempo los tumores de mama. Según los datos facilitados por la asociación, la incidencia del cáncer de colon entre personas de entre 50 y 69 años, que son las edades en las que está recomendada la prueba de detección precoz, fue de 65 personas por cien mil habitantes en Zamora, que se sitúa en un nivel intermedio entre las provincias de Castilla y León. En esta misma franja de edad la mortalidad por cáncer de colon fue de 213 personas en la comunidad, de ellas 18 en Zamora.

El cáncer colorrectal es el más frecuente en España, pero también es superable en el 90% de los casos en los que se detecta a tiempo mediante una sencilla prueba, el test de sangre oculta en heces. Con motivo del Día Mundial para la prevención del Cáncer de Colon se instalaron mesas informativas a primera hora en los centros de salud y también se llevó a cabo una campaña en la céntrica calle Santa Clara.

Además se están llevando a cabo meriendas saludables en los colegios, junto a las charlas y jornadas para ostomizados de esta misma semana.