No están todas las que son, pero la exposición "Femenino y plurales" bucea en la producción creativa de mujeres zamoranas a través de creaciones de 80 artistas que han trabajado a lo largo de los últimos 150 años.

"En las ciudades donde la industria no es floreciente existe una gran actividad artística. En el caso de Zamora hay una pequeña cortina que impide ver la frenética creación artística que hay, pero cuando la mueves un poco aparecen muchísimas creadoras, como sucede en esta muestra donde se reúnen unas 80. No obstante, su cifra supera el centenar y están trabajando ya sea en la provincia o fuera de ella. Muchos nombres no se conocen porque no se han promocionado, pero ellas están creando", explica el escultor, Ricardo Flecha Barrio, comisario de la muestra que puede conocerse hasta mediados de mayo en el antiguo palacio de la Diputación.

La disposición de las piezas expuestas no sigue un criterio temporal ni temático, dado que las propias características de las salas han condicionado la ubicación de algunas de las obras en las distintas salas.

Dos impresionantes acuarelas de Mercedes Ballesteros dan la bienvenida al visitante junto a un retrato de Claudio Rodríguez efectuado por Rosita Huerga y cuadros de Carmen Pelaz que enlazan con otra sala donde dialogan creaciones firmadas por Nicanora Matilla Alonso, la primera mujer becada por la Diputación de Zamora; por Margarita Pertejo, quien en los años 40 del pasado siglo tuvo una academia, junto a varios óleos de María Pilar Juan Fradejas o un retrato en acrílico de Daniel Satué pintado por Teresa López.

Al otro lado del recibidor Marisa Vergara presenta tanto un óleo como sus tradicionales esculturas de mujeres, mientras que, a escasos metros, conviven pinturas de Begoña Junquera y de Rosario García, entre otras firmas.

Tras pasar las escaleras del bello edificio decimonónico se accede a un espacioso vestíbulo embellecido con una gran obra de Ana Franco Guzmán y un óleo apaisado de Carmen Ratón. A continuación, una amplia dependencia combina pintura y escultura. En la primera disciplina, entre otros cuadros, capta la atención unos impactantes ojos pintados por Milagros Mila Pérez Barrios o en escultura, el homenaje a Bernini en escayola que le tributa Andrea Jambrina sin pasar por alto cerámicas que aporta Numia o la delicada pintura de Ana Zaragozá.

La siguiente sala presenta pinturas, entre las que destaca "Bulería" de Rocío Caramazana en técnica mixta sobre papel y dos grandes propuestas de Yolanda Misol, que acompañan a dos bustos de Idilia Fernández, entre otras piezas. Unos impresionantes dibujos de Morante, a cargo de Mercedes Fidalgo, o una serie de acuarelas sobre mujeres de Leticia Gómez o esculturas de María Oterino pueblan otra pequeña estancia.

La última parte de la exposición la abre una potente obra de la recientemente fallecida Laura Luelmo que dialoga con atractivas piezas que invitan a pasar a la sala que cobija a las jóvenes artistas con propuestas muy variadas. Más clásica, como unas acuarelas de Susana Vega, fotografías de Beatriz Pérez o Débora González, sin olvidar la frescura y dinamismo de unos peces que firma Teresa Álvarez, una desafiante escultura de Elena Fernández Santamaría, situada en el centro, o piezas tan interesantes como la aportación de María de la Fuente García, que aúna en un cuadro pintura y collage, o unas planchas de cobre policromadas en las que trabaja Lucía Fidalgo.

Arte con mayúsculas a tener más presente en nuestra sociedad y que no hay excusa para no descubrir hasta mediados de mayo.