"Sentido común". Es la principal receta que ofreció el preparador físico Javier Pérez en su ponencia sobre el control del riesgo cardiovascular en el ejercicio de alta intensidad. Criticó el alarmismo con el que muchas veces los medios de comunicación dan las noticias de fallecimientos de personas mientras corren maratones o participan en alguna prueba o cuando se sacan presuntos estudios científicos poniendo en duda los perjucios del deporte, cuando lo que está demostrado es justamente lo contrario. Y cuando está demostrado, también, que nadie muere haciendo deporte si no tiene una patología previa.

Pérez criticó el sedentarismo y abogó por una vida activa que es algo más que apuntarse a un gimnasio para hacer un par de horas de ejercicio a la semana. Con respecto al deporte de alta intensidad, que practican ya no sólo los profesionales, sino también y sobre todo amateurs, señaló la conveniencia de invertir "en la propia salud, que es lo primero". Por ejemplo haciéndose un buen chequeo previo a la práctica del deporte, y llevando un entrenamiento controlado. Sobre todo insistió en la necesidad de utilizar el sentido común, con el fin de evitar que los beneficios del deporte se puedan convertir en perjuicios cuando se sobrepasan ciertos límites, porque el exceso de ejercicio puede conllevar un estrés oxidativo y también un estrés emocional. "El deportista amateur de alta intensidad, después de entrenar, tiene que ir a trabajar o cuidar a su familia. No hay que hacer burradas".