El fisioterapeuta Alberto Fidalgo puso en la labor de rehabilitación cardiaca para las personas que han sufrido algún episodio cardiovascular, y que tiene uno de sus puntos fuertes en el ejercicio físico controlado, aunque no el único, ya que hace falta también un trabajo conjunto de varios especialistas para, por ejemplo, quitar el miedo a moverse que tienen estas personas y hacer que sean conscientes de que deben controlar los factores de riesgo, como obesidad, tabaquismo o hipertensión y manejas el "estrés piscosocial", uno de los factores que aumenta las posibilidades de sufrir un infarto.

El profesional explicó durante la jornada sobre Riesgo Cardiovascular en el Deporte las adaptaciones cardiovasculares que se consiguen con el ejercicio, como el aumento del tamaño del corazón, sobre todo del ventrículo izquierdo, con lo que se crea un músculo cardiaco más eficiente, se incrementa en bombeo de sangre y disminuye la frecuencia de los latidos. Baja también el tiempo de recuperación tras un esfuerzo y aumentan las arterias coronarias, las que alimentan de sangre al corazón. También aumenta la capacidad del organismo de eliminar los trombos de los vasos sanguíneos.

El objetivo de la rehabilitación es incrementar la capacidad física y funcional del paciente, reducir lesiones, y aumentar su bienestar físico, psícico y social.

La idea es que sea el paciente en principal responsable de su salud, un elemento fundamental para que el tratamiento médico sea más eficaz.