La convocatoria "Revuelta de la España vaciada" convocada el 31 de marzo en Madrid para alertar de la situación de despoblación que asola a algunas provincias como Zamora, Soria o Teruel, y en la que se quieren pedir "los mismos derechos" para todos los territorios, se espera que sea "una marea" humana con la asistencia de miles de personas. La plataforma "Soria Ya' -principal organizadora junto con Teruel Existe- tiene confirmados más de 50 autobuses presentes en esta protesta. Zamora colaborará con dos autobuses, aunque se espera que la asistencia sea más elevada porque muchos partidos y asociaciones (los últimos en hacerlo han sido los integrantes de Ahora Decide) ya han dicho que apoyan la marcha. En Zamora, los dos principales convocantes son la asociación para el desarrollo Zamora 10 y Viriatos Zamora, que ya han pedido a todos los asistentes que se desplacen a Madrid que lo hagan "sin más banderas que la seña bermeja".

A la protesta asistirán más de 77 colectivos de 22 provincias (la cifra sigue subiendo). La manifestación saldrá a las 12 horas de la plaza de Colón, desde donde transcurrirá por el paseo de Recoletos hasta llegar a Cibeles y tiene previsto finalizar en la plaza de Neptuno. Entre todos los colectivos, se estima que podrán viajar a Madrid entre 150 y 200 autobuses, con lo que la estimación de afluencia se estima que podría ser superior a las 50.000 personas.

Se quiere con esta movilización "visualizar el problema de la España vaciada" en lo que se pretende que sea "una enmienda a la totalidad" a la actuación de los gobiernos durante los últimos 40 años, en los que han "escondido" lo que es una realidad "debajo de la alfombra", denunciaron, explicaron ayer desde la plataforma Soria Ya. Silvia Largo, integrante de ese colectivo consideró que esta protesta supondrá "un antes y un después" en la lucha de las provincias despobladas (cabe recordar que Zamora está entre las que más población pierde en los últimos años) por lograr más visibilidad en el panorama político nacional. Los convocantes y los miles de manifestantes que el domingo marcarán la actualidad en Madrid piden abordar el drama de la despoblación como una cuestión de Estado y dejar de "esconder los problemas debajo de la alfombra" con promesas que se quedan siempre en las campañas electorales.