Zamora también es sabor. No solo lo saben los de aquí, sino también los de allí y gracias a MasterChef los de más allá. Las cámaras del popular concurso de Televisión Española pusieron ayer sus focos sobre la cocina zamorana con motivo del rodaje de un programa que será emitido en la séptima temporada del exitoso formato culinario.

Un escaparate televisivo sin igual que no solo llevará al "prime time" -el horario de máxima audiencia- a la gastronomía zamorana, sino también a su patrimonio histórico, paisajístico y monumental. De la noche a la mañana, un equipo de 75 personas transformó ayer la plaza de la Catedral en un impresionante set de rodaje.

"¡Silencio, por favor!", se escuchaba a primera hora de la mañana. El entorno del templo amanecía cercado por un cordón de seguridad para no entorpecer la grabación. Tanto la circulación de vehículos como el tránsito de personas estaban prohibidos salvo para el cartero, que franqueaba las vallas para entregar las cartas a los inquilinos del entorno, o para una de las vecinas residentes, quien se paseaba como Pedro por su casa entre los miembros del equipo de producción.

Entre toma y toma, los chefs del jurado atendían a los medios de comunicación. "Nunca había venido a Zamora y estoy impresionadísima con lo bonita que es", exclamaba Samantha Vallejo-Nágera, quien también expresaba su deseo de probar el arroz a la zamorana. Minutos antes, Jordi Cruz aprovechaba una de las parrillas instaladas junto al templo para tostar un sándwich y poco después Pepe Rodríguez se acercaba para calentarse las manos ante la "fresca" mañanera a orillas del Duero.

Los tres eran vitoreados en la distancia por las decenas de curiosos que se acercaron hasta la zona para descubrir los entresijos del rodaje. Cris y Marja, de 18 años, eran de las más madrugadoras; mientras que Josefina, fan incondicional del programa a sus 84 años, llegaba poco después para contemplar la grabación sentada en su silla desde los jardines de la plaza de Antonio del Águila.

Como es habitual en este tipo de producciones, el secretismo era total en torno a las principales incógnitas del acontecimiento: "¿Y cuándo sale?" "¿Y cuándo lo echan?". Los organizadores hacían "mutis por el foro" ante este tipo de cuestiones para no desvelar el misterio y mantener la expectación hasta su estreno en la pequeña pantalla. También se desconoce la composición completa de los menús, aunque es sabido que el vino de Toro y el queso zamorano no faltarán sobre la mesa además de otros productos de Tierra de Sabor y Alimentos de Zamora. Tesoros de la tierra cultivados y elaborados sobre todo en el medio rural por agricultores y ganaderos como los sesenta que ayer fueron invitados en el claustro de la Catedral en reconocimiento a su encomiable trabajo.

Ahora, habrá que esperar unos meses para ver el resultado del programa en La 1 de TVE aunque, a buen seguro, dejará buen sabor de boca a sus casi tres millones de espectadores.