Solo hay una certeza, a día de hoy, sobre el botellón del próximo Jueves Santo y es que no se va a celebrar en el parque de San Martín. Al menos, eso asegura el equipo de Gobierno, que mantiene el pulso lanzado y afirma que "no hay marcha atrás en la decisión". La oposición tiene más dudas. Y es que no existe, por ahora, ningún informe técnico ni policial que avale la determinación de trasladar el evento a otro punto de la capital. Es cierto que la recomendación del Ministerio es evitar el tránsito de gente por el entorno de una muralla que ha sufrido recientes desprendimientos, pero los grupos de la Corporación creen que eso es "insuficiente" para emprender acciones de este calibre y que afectan a tantas personas. Seis mil, en concreto, el pasado año.

Los partidos con representación en el Ayuntamiento de Zamora se reunieron ayer en sede consistorial para abordar la problemática del botellón del Jueves Santo, después de que Antidio Fagúndez anunciara el fin de semana su decisión de prohibir cualquier tipo de reunión en el parque de San Martín. Una decisión "precipitada" para la oposición, que ha asegurado no entender la maniobra fuera del "electoralismo".

Así lo ha defendido la popular Clara San Damián, cuyo grupo se ha negado a participar en la propuesta de ubicaciones hasta contar con informes técnicos. "No es que no queramos, es que no podemos. Lo que nos está pidiendo el concejal es que aportemos ideas sin ninguna base: sin un informe de la Policía Municipal, ni de la Dirección General, ni de la arquitecta municipal. Sin hablar con los jóvenes, con los vecinos, con los hosteleros o con los comerciantes. No podemos", ha comentado.

Una negativa a ofrecer soluciones que ha afeado el concejal de Seguridad Ciudadana, Antidio Fagúndez, tanto al Partido Popular como a Ciudadanos. "La oposición no ha planteado ninguna propuesta; mi intención era que nos reuniéramos para que participaran en la decisión final, porque durante muchos meses nos llevan diciendo que hay que actuar, pero ahora no han querido ofrecer nada", ha señalado el teniente de alcalde socialista. Para Fagúndez, la explicación a este problema es sencilla. "Igual que el año pasado había un edificio en la rúa que estaba en ruinas y se decidió cambiar los itinerarios para que no pasara gente por debajo, ahora tenemos una muralla con problemas y se nos recomienda que se acordone la zona y que se impida que haya gente en el entorno", ha indicado.

La realidad es que, por el momento, no existe ningún informe por escrito que avale la decisión tomada por el Ayuntamiento de Zamora. "Lo que ocurre es que, mientras ese informe se redacta, nosotros tenemos que tomar medidas para asegurar la zona y una de ellas es que no se produzcan aglomeraciones de gente junto a la muralla", ha indicado Fagúndez. Teoría que no comparte Clara San Damián. "Nos sorprende que no exista por escrito ese informe, lo que nos hace pensar que primero se ha tomado la decisión y luego se ha pedido el informe para justificarla", ha manifestado la portavoz popular.

El Ayuntamiento de Zamora, por su parte, no dará marcha atrás en esta prohibición y niega que, al trasladar el botellón, se esté institucionalizando. "Esa noche se bebe en la calle en toda Zamora. Se bebe en Tres Cruces, en Los Herreros, en Balborraz, en la Plaza y en el Casco Histórico; lo que tenemos que hacer ahora es dar una alternativa a un lugar en el que, por seguridad, no puede haber gente", ha expresado Fagúndez.