"Todavía es arriesgado decir que el mieloma múltiple es curable pero de aquí unos años estamos en la vía de potencialmente poder curarlo. Y lo que si es evidente y eso es algo que vemos cada día es que los pacientes viven más. Tenemos pacientes a los que podemos asegurar una supervivencia muy larga". La zamorana María Victoria Mateos,María Victoria Mateos investigadora de referencia en mieloma, participó ayer en las Jornadas Académicas de la Fundación Científica Caja Rural de Zamora, con una conferencia en la que habló de los principales avances sobre esta enfermedad.

-¿Que es el mieloma múltiple?

-El mieloma es una enfermedad de la sangre. Nuestras células tumorales son células plasmáticas, están dentro de la médula ósea, que es la fábrica de todas las células de la sangre. En condiciones normales todos tenemos unas poquitas células plasmáticas que producen inmunoglobulinas, proteínas que sirven para defendernos contra infecciones y un montón de agentes externos. El paciente con mieloma en vez de tener unas poquitas células plasmáticas tiene una proliferación muy alta y que además producen siempre un mismo tipo de proteína, lo que origina una serie de síntomas como son anemia, lesiones en los huesos, lo que a su vez puede hacer aumentar el calcio y provocar insuficiencia renal.

-¿Que perspectiva aporta la inmunoterapia?

-El mieloma y todas las células tumorales en general, cuando empiezan a proliferar lo que intentan es evadirse de los mecanismos que nuestro organismo genera para luchar contra ellas, entre ellos el sistema inmune. Todos tenemos un sistema inmune que nos protege de tener infecciones y tumores continuamente. Las estrategias de inmunoterapia que llegan ahora para tratar todos los tumores están basadas fundamentalmente en potenciar nuestro sistema inmune e incluso modificar las células del sistema inmune para que ataquen contra el tumor.

-¿Y en el caso del mieloma?

-El sistema inmune en el desarrollo del mieloma es importante porque todos los mielomas vienen precedidos por fases precoces de la enfermedad que es asintómatica y sobre la cual se puede actuar para potencialmente curarla y evitar que lleguen los pacientes a desarrollar un mieloma activo. Y una de las maneras de actuar para prevenir el desarrollo del mieloma es utilizar estrategias de inmunoterapia, que en definitiva tratan de estimular y potenciar al máximo nuestro sistema inmune para luchar contra el tumor. Y esto es algo que está siendo un sistema de tratamiento general para todas las enfermedades hematológicas y todos los tumores y toda la oncología en general.

-¿Tiene problemas el manejo de la inmunoterapia?

-Hay diferentes modalidades. Se pueden utilizar anticuerpos monoclonales, que son la mayoría fármacos que están en las farmacias de los hospitales y que van dirigidos específicamente contra la célula tumoral, por lo que generan una estimulación de todo el sistema inmune para que ataque también al tumor. En general se toleran bien, aunque pueden producir a veces reacciones durante la infusión . Hay otras modalidades de inmunoterapia, como son por ejemplo anticuerpos monoclonales que van también dirigidos contra la célula tumoral y al mismo tiempo llevan unidas células de nuestro sistema inmune. Para ello en vez de hacer que las células del sistema inmune se estimulen ellas mismas, las anclan al anticuerpo monoclonal y las llevan directamente al tumor, es decir, las dirige. Parte de esas células tienen dentro muchas sustancias tóxicas, que cuando se activan y se liberan pueden producir efectos secundarios en el paciente que conocemos pero que a veces pueden desencadenar reacciones graves en el paciente, fiebre, hipotensión, insuficiencia respiratoria y hay veces que los pacientes tienen que acabar con medidas de soporte importantes.

-¿Y la modalidad más nueva?

-La modalidad más nueva de inmunoterapia, en la que posiblemente comencemos ya nosotros antes del verano con pacientes para el tratamiento de enfermedades hematológicas son los car T, que son linfocitos T modificados genéticamente. Al paciente le extraemos sus linfocitos T, es decir sus células del sistema inmune y se mandan, hoy por hoy, a Estados Unidos, donde se modifican genéticamente para "enseñarles" que cuando las infundamos otra vez al paciente vayan directamente contra el tumor. Y en el momento en que van contra el tumor, se interactivan y empiezan a liberar un montón de sustancias que son muy eficaces porque el tumor responde de una manera muy rápida y profunda, pero también esa liberación de sustancias puede producir efectos adversos importantes, y de hecho con esta nueva terapia casi todos los pacientes necesitan ser ingresados en las unidades de cuidados intensivos para manejar estos efectos secundarios, que se controlan, pero que son graves. Por ahí es por donde va últimamente todas las modalidades de inmunoterapia en mieloma, las enfermedades hematológicas e incluso también en los tumores sólidos, puesto que se sabe que el sistema inmune cada vez es más importante y se trata de potenciarlo y estimularlo para vaya contra el tumor.

-¿Hay tumores donde la inmunoterapia funciona mejor?

-Teóricamente hay tumores que se llaman calientes que responden mejor a la inmunoterapia. Hay una lista de tumores que responden muy bien a la inmunoterapia, como el melanoma, el cáncer de piel o el cáncer de pulmón mutado. Pero hay otros tumores, que se llaman fríos, que por naturaleza tienen menos antígenos en su superficie, son menos inmunógenos y tienen menos capacidad para responder a la inmunoterapia. Sin embargo, para eso están todas las estrategias que se hacen en el laboratorio para convertir un tumor frío en un tumor caliente. Se está trabajando más para que todos los tumores puedan potencialmente responder a la inmunoterapia.

-¿Su equipo de investigación juega también un papel en estos avances?

-Empezamos con anticuerpos monoclonales en el año 2007. El prototipo de anticuerpo monoclonal para el mieloma ha sido el daratumumab y ahora tenemos modalidades de anticuerpos monoclonales de estos que le he comentado que llevan los linfocitos T anclados para ir contra el tumor. Tenemos ya como doce o catorce pacientes tratados, algunos de ellos con resultados espectaculares. Ayer vi a un paciente en mi consulta que después de un ciclo la enfermedad le ha desaparecido con un anticuerpo monoclonal de estos. Hizo el síndrome de liberación de citoquinas y estuvo ingresado y hubo que ponerle tratamiento de soporte, pero está perfecto. Y en mayo esperamos empezar también con los linfocitos T modificados genéticamente.

-Se abren expectativas muy buenas para sus pacientes, ¿no?

-Sin duda. Yo diría para todas las enfermedades, porque la inmunoterapia es válida para todos los tumores hematológicos, para los tumores sólidos también y realmente se abren muchas expectativas, porque es una manera de atacar el tumor de una forma diferente. Luego se verá en qué tumores de estos se podrá combinar con los tratamientos que ya utilizábamos, en algunos tumores se podrán dar simplemente como tratamiento único sin que se necesite nada más, pero desde luego se están abriendo expectativas.

-¿La inmunoterapia es compatible con la quimioterapia?

-Por definición incompatibles no son. En principio se empiezan a investigar como fármacos únicos para ver realmente cuál es su eficacia y toxicidad y luego ya se plantea combinarlos. Si los resultados fueran muy buenos potencialmente a lo mejor no era necesario combinarlos si como fármacos únicos funcionan.