El capellán de la cofradía y vicario general de la diócesis, José Francisco Matías Sampedro ponía el acento en la necesidad de "normalizar" la vida de la cofradía para evitar que se vuelvan a reproducir los lamentables incidentes de la última asamblea de Jesús Nazareno. Más importantes que las posibles sanciones que puedan caer a los protagonistas de la pelea con la que finalizó la reunión "es una llamada a atención seria, tanto a los que participaron en el incidente como a todo el colectivo".

Cree necesario que exista un sincero arrepentimiento, ya que "la petición de perdón no se exige, tiene que ser algo que se ofrezca tras el reconocimiento interior de la propia persona de que se equivocó" y llama a la reflexión de todos para que impere el respeto y el espíritu de hermandad, y más en una asociación pública de fieles.