La magistrada del Juzgado de lo Penal instaba ayer a los policías nacionales que intervienen en las denuncias por violencia de género a reflejar en las actas todo tipo de detalles que observen en los lugares donde se produce la agresión, muchas veces el domicilio de la pareja, y a que los testimonios que recogen sean los más amplios posible para asegurar las pruebas que puedan incriminar al acusado y poder condenarle.

La petición de la juez, que intervino en las jornadas de formación a policías nacionales desarrolladas en la Comisaría de Zamora, se explica por la imposibilidad de condenar en los casos en los que la víctima se niega a declarar y solo se cuenta con el testimonio de los policías, siempre de referencia, puesto que cuando llegan al lugar de los hechos el maltrato ya ha cesado por lo general.

Si la mujer maltratada no declara, el juez se encentra con el problema de tener que absolver al procesado, por mucho que existan indicios de la agresión a la mujer, ya que se quedan en indicios sin pruebas que los avalen. Por ello, cuanto más precisas sean las pruebas recogidas por los agentes en las diligencias policiales, incluida la descripción de la estancia, el desorden o desperfectos que puedan indicar una actitud violenta, así mismo, cuanto más concretos y pormenorizados sean los testimonios que recoge el agente, más fácil le será a la juez mantener los cargos contra el acusado. Y, en el momento del juicio, condenarle con argumentos. No hay que olvidar que en estos casos, que ocurren en la intimidad de la pareja, resulta complicado obtener pruebas incriminatorias si la víctima se niega a declarar contra su maltratador, como ocurrir en ocasiones.

Los nuevos delitos de violencia género, como el "stalking", situaciones de acoso reiterado a la víctima a través de mensajes o llamadas constantes, así como la inclusión de todos aquellos delitos cometidos contra las mujeres por el mero hecho de serlo, supuestos en los que se incluyen los abusos y agresiones sexuales, fueron parte del contenido impartido por funcionarios de la Unidad Familia Mujer (UFAM), expertos en estos delitos, la juez de Violencia de Género, la de lo Penal y la Fiscal de Menores.

Los agentes pudieron conocer el nuevo concepto de violencia de género que se deriva del reciente Pacto de Estado y que incluye todos los delitos que sufre la mujer solo por la condición de su sexo, de acuerdo con el convenio de Estambul, en los que entrarían desde los abusos sexuales y violaciones hasta el acoso y todo tipo de vejaciones.

Las jornadas abundaron también en el protocolo de evaluación de riesgo de las víctimas de maltrato, el sistema Viogen, que se modificó este lunes para que pueda reflejar el riesgo de que la víctima pueda sufrir una nueva agresión por parte de su maltratador. La variación hace mayor hincapié en los riesgos graves tanto para las mujeres maltratadas como para los menores asociados. Hasta ahora, era el policía quien establecía esa posibilidad de riesgo en base al Viogen.